SEGUNDA PARTE: VEINTIDÓS NOCHES EN VELA MIRANDO EL TECHO

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PASA EL TIEMPO

Ya voy de vuelta, 

a mi querida huerta, 

donde mi familia está alerta, 

me esperan en la puerta.

No estamos acostumbrados

a estar sin vernos tantos ratos, 

a levantarnos y no escucharnos,

a irnos a la cama y no abrazarnos.

Echo de menos a mis enanos,

mis añorados hermanos, 

como han ido creciendo sus manos, 

qué rápido pasan los años.

Sé que mi madre me partirá de un abrazo,

nos acurrucaremos en el sofá y reposaré en su regazo.

En la estación estará el mejor padre,

aunque es más malo que el baladre, 

lo quiero hasta hartarme

por mucho que ladre.

Barcelona y yo nos miramos,

no es una despedida,

he bebido de una fuente con poderes, 

pronto compraré un billete de ida,

volveré en cuanto acaben los quehaceres.

POEMARIO DE UNA SOÑADORA CON INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora