PRIMERA PARTE: SIETE HOJAS SECAS EN TU PORTAL

27 0 0
                                    

MI PRÍNCIPE NEBULOSO

Adoraba esa relación entre mis uñas y tu espalda, nunca había tocado una piel tan suave. Tú te limitabas a respirar profundo, a ampliar aún más tu capacidad pulmonar mientras yo me quedaba sin aire al unir esos lunares. Al principio tú me acariciabas a mí, nunca usabas las uñas, siempre las llevabas muy cortas. Yo te decía siempre que pararas, te decía que me hacías cosquillas, pero mentía, era el miedo que me producía el efecto de mi estómago en una montaña rusa.
En un par de ocasiones el Sol nos acarició desde tu balcón, recuerdo tu mirada atascada en la nada, el humo saliendo de tu boca y tu mano en mi muslo acompañándola de delicadas caricias.
Me aferré a ese recuerdo, todo lo demás lo podía olvidar, tanto el primer beso como cada lágrima que se escondía en el brillo de tus ojos, como lo doloridos que se me quedaban los labios tras un rato contigo.
Tú vivías lejos de donde estabas en cada instante, siempre distante, nunca me diste el lujo de estar físico y mentalmente en el mismo lugar.
Mereció la pena cada lágrima que contuve, cada sonrisa de lápiz que me dibujaba antes de decir "lo llevo bien ", todo mereció la pena. No sé si eras un príncipe, no había un cielo azul cuando estaba contigo, costaba llegar a ti, era como conducir en medio de una tempestad, eras el príncipe de la niebla.

POEMARIO DE UNA SOÑADORA CON INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora