SEGUNDA PARTE: VEINTINUEVE NOCHES EN VELA MIRANDO EL TECHO

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PÁNICO A LAS CAÍDAS

Siempre he creído que tenía miedo a las alturas,
el miedo incrementa cuando más bajo caes,
cuanto más alto subas.

No es el miedo a estar a doscientos metros del suelo,
es el miedo al dolor que produce la caída,
el miedo a no continuar tu vida,
es la realidad que asimilas,
que no has valorado un ápice lo que tenías.

Y no es el miedo al amor,
ni el miedo a las arañas ,
ni a las alimañas,
es el miedo al dolor.

Todo se resume en eso,
es el miedo a que nos hieran,
el miedo a que no nos quieran,
el de sentir que hemos desperdiciado una vida entera.

No tenemos miedo a arder,
sino a padecer,

no tenemos miedo a morir,

sino a sufrir.
Y esto, por lógico e irrelevante que sea, es así.

Y no, no tengo miedo a las alturas, tengo pánico a las caídas.

POEMARIO DE UNA SOÑADORA CON INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora