PRIMERA PARTE: TRECE HOJAS SECAS EN TU PORTAL

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EJERCICIO

A veces, hay que sonreír aunque las ganas sean inexistentes, como si lo hicieras mecánicamente. De manera que sea un entrenamiento y así llegará un momento en que la sonrisa sale sola.
Hay quien se ríe por no llorar y hay quien, sin saberlo, llora para no reír.
Y es que las sonrisas en mi día a día están contadas y como al mal tiempo buena cara y aunque parezca que no, hace frío de narices- rojas y frías por cierto- pues yo sonrío. Siendo realistas todas las risas transmiten un sentimiento bonito. A mí honestamente me dan iguales si se combinan con dientes torcidos, aparatos o dentaduras postizas.

POEMARIO DE UNA SOÑADORA CON INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora