SEGUNDA PARTE: VEINTICINCO NOCHES EN VELA MIRANDO EL TECHO

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LAS MARIPOSAS DE MI EDREDÓN

Al final de este paseo 

volveré a escribir poesía 

dejaré caer sobre mis hombros 

un buen chorro de agua fría.

Me abrazaré a mi almohada, 

desempañaré el cristal de mi ventana,

sacudiré las mariposas del edredón, 

recitaré magia en mi habitación.

POEMARIO DE UNA SOÑADORA CON INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora