Briella.
La temperatura de mi cuerpo estaba en aumento cada vez más al igual que la transpiración que brotaba por mis poros. Mi pecho subía y bajaba con frecuencia. Sentía sobre mis brazos un gran peso como si estuviera cargando grandes bultos de harina, pero solo era el cansancio haciéndose presente. Clavé mis ojos fijamente en el rostro de Björn quién me miró atento también. Seguía en la misma posición de ataque frente a mí pero con un poco de distancia entre ambos. Su espada firme en mi dirección, listo para atacar de nuevo. Él no lucía ni la mitad de agotado como yo.
Cuando dio un paso al frente mis sentidos se activaron. Tragué saliva para hidratar mi boca y me mantuve parada firmemente mientras apretaba el mango de mi espada esperando su agresión. El miedo a que hiriera mi cuerpo se había ido hace dos días cuando comenzó a entrenarme. Sabía que Björn no podía darse el gusto de crear heridas en zonas visibles de mi cuerpo, ya que nadie podía saber la procedencia de ellas y no había que levantar sospechas. Mi concentración fluía de manera natural por lo que fue fácil notar sus intenciones. Cuando el resplandeciente sonido del metal chocando fue captado por mis oídos uno de mis recuerdos brotó.
Mi hermano mayor Aethelwulf siempre ponía la misma expresión feroz cuando entrenaba con los soldados. Él luchaba contra varios hombres quienes no habían sido capaces de infringirle algún daño desde que comenzaron. El sonido del metal era lo único audible a nuestro alrededor además de las risas que soltaba nuestro padre al ver cómo mi hermano explotaba tan rápido y se negaba a perder. Sus mejillas se inflaron haciendo saber que ahora estaba molesto porque no había podido derribar a alguno todavía.
Él ya era un adolescente con experiencia previa. Nuestro padre le permitió una infancia tranquila puesto que no quiso abrumarlo siendo tan pequeño con el peso de la corona. Sin embargo, cuando se decidió su mayoría de edad se convirtió en un guerrero.
No le gustaba que nuestro padre se burlara de él, quería demostrarle siempre lo digno que era al ser su hijo. Al principio se tomaba las cosas de manera tranquila, pero cuando no conseguía lo que quería se tomaba las cosas más enserio. Su carácter era muy explosivo. Comenzó aumentar la velocidad de sus movimientos y debido a la fuerza con la que atacó logró que un soldado dejara caer su arma. Después lanzó al hombre al suelo y este retrocedió mientras su semblante asustado lo veía, el príncipe apretó los dientes y seguía acercándose con pasos amenazantes dejándole en claro que aún no había terminado.
Los otros dos que aún se encontraban de pie se lanzaron contra él, pero logro blandirlos y salir ileso. Volvió con el que estaba sobre el suelo y puso su pie sobre el pecho del soldado evitando que pudiera levantarse. Comenzó a girar la punta de su espada en el área del corazón sobre su armadura. Una sonrisa victoriosa relució en su rostro.
—¡Fue una buena jugada! —asumió Aethelwulf.
Enfundó su espada y le extendió la mano al guerrero para ayudarle a levantarse —: Felicidades excelencia, cada día mejora más.
Inclinó su cabeza en agradecimiento y posteriormente caminó hasta nuestra posición. La sonrisa de mi hermano desapareció al no recibir algún halago de nuestro progenitor. Siendo su única hermana sabía lo mucho que se esmeraba por complacerlo, pero no siempre lo lograba.
—Aethelwulf no debes mostrar tu cansancio y mucho menos tener piedad —lo reprendió.
—Tengo piedad porque son nuestros soldados, padre —bramó y se cruzó de brazos.
La mano de mi padre viajó hasta mi mejilla para acariciarla y sonrió en el acto, le devolví el gesto enseguida. Un suspiro pesado broto de los labios de Aethelwulf mostrando su molestia.
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𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ༄𝑽𝒊𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔
FanfictionPodían tener el 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 entre sus manos, pero desearon el 𝒂𝒎𝒐𝒓, y eso los llevo a su 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏. Fecha de inicio: 8 de Junio del 2021. ACTUALIZACIONES CONSTANTES.