𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ༄𝑽𝒊𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔

𝟑𝟏: 𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎✔️

Briella.

   Volver a mis aposentos era un tormento. La herida sangraba al compás de mis pasos. El flujo rojo traspasó las vendas que la cubrían para evitar infecciones. Al levantarme de la cama no percibí ninguna clase de molestia, sin embargo, ahora lo resentía. Deseaba dejar salir los quejidos que me afligían pero decidí mantenerme en silencio durante todo el trayecto. 

Mis expresiones de tortura fueron sustituidas por la sorpresa al percatarme de la presencia de Ironside sentado a un lado de la chimenea mientras acogía calor entre las manos.

Arqueó una de sus cejas rubias al verme.

—¿Dónde estabas? —quiso saber de inmediato.

De quien más me había dolido la traición fue de su parte. Podía esperarlo de Ubbe, pero de él... Sin duda alguna me dolió más de lo que desearía admitir. Tenerlo tan cerca y a solas provocaba que la desilusión se agrandara. No quería ni verlo. Así que opté por ignorar su presencia para que se diera cuenta por sí mismo de que no me apetecía verle y se marchara.

Me deshice de la capa y la arroje sobre el baúl. Los irises azulados de Björn se ampliaron de sobremanera y llegó hasta mi tan rápido que ni siquiera pude percibir sus intenciones. «Mala idea» razoné demasiado tarde. Por supuesto que se dio cuenta de la gran mancha en mi vestido de lino. Quise alejarme de él, no obstante, me tomó del brazo con ímpetu haciendo que chocara contra su fuerte pecho. Me zafé rápido de su agarre y alcé la vista para encararlo.

No se necesitaba ser muy inteligente para saber que me reprendería.

—¡Eres una imprudente! —dijo calvándome los ojos como dagas.

—¡Es tú culpa! —escupí con molestia.

—¡Pensé que eras más astuta y que entenderías nuestro actuar!

—¡Y yo creí que éramos iguales! —lo empujé pero no logre moverlo ni un centímetro—. Me decepcionaste, Björn. Tú y Ubbe son unos traidores y no confiaré más en ustedes.

—¿En dónde estabas? —reiteró ignorando mis palabras—. Se supone que debes guardar reposo para que sanes más rápido.

—No tengo porque darte explicaciones —aclaré y me di media vuelta. Hice un gesto de dolor y me senté sobre la cama. La sangre se sentía caliente y no dejaba de brotar.

Sabía lo que tenía que hacer para que sanara lo más pronto posible. No podía ir a Wessex con una herida expuesta, eso me convertiría en un blanco extremadamente fácil.

—Ahora ustedes me obedecerán —dije con precisión.

Estaba dispuesta hacer lo que fuera para que acatarán mis ordenes y no me importaba en lo más mínimo enfrentarlos. Quizás no era una rival digna para ellos, pero aún así, no les temía.