𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ༄𝑽𝒊𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔

𝟏𝟑: 𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐑𝐔𝐎✔️

Briella.

   La cena transcurría en completa normalidad. Ivar se encontraba sentado en la punta del comedor, la reina Aslaug junto a Sigurd y frente a ellos Ubbe y Hvitserk. Los cuatro reían y charlaban recordando algunas de sus hazañas. Ivar y Sigurd se lanzaban filosos insultos que los demás trataban de ignorar cambiando el tema para evitar una discusión innecesaria. Por mi parte, me encontraba más concentrada en el delicioso olor de la cena que en sus pláticas. Ansiaba que mi turno terminara pronto para irme a descansar y probar bocado. En cambio, aún me mantenía de pie a la espalda de la reina con una distancia considerable para atender personalmente sus necesidades.

Ninguno de sus hijos se imaginó que sus palabras le darían un giro completo a la conversación.

—Deberían estar casados ​​—sus ojos se clavaron en su hijo mayor mientras lo señalaba con su dedo índice—. Ubbe, deberías tener hijos.

Ubbe la miró con diversión y respondió —: Seguramente ya tengo.

La imagen de Skade vino a mí al igual que su relación secreta con Ubbe. Quise golpearlo por su respuesta.

Sus hermanos rieron ante sus palabras. Después le arrojó una migaja de pan a su madre quien alzó la palma de su mano para cubrir su rostro.

—No pueden ser irresponsables solo por ser hijos de un rey —Ivar era el único que veía a su madre con atención—. Es importante encontrar una mujer y sentar cabeza.

—Pensé que había encontrado a una, pero otro hombre me la arrebató —musitó Sigurd.

—No hablo de amor, no tienes que amar a la mujer. El hijo de un rey puede tener a cuantas mujeres quiera —respondió ella mientras revolvía los alimentos de su plato.

Ubbe y Hvitserk chocaron sus copas mostrando su agrado ante tal privilegio.

—Pero necesitan una para tener descendencia —continuó.

Noté como Ivar se removió un poco con incomodidad. La reina parecía tener gran interés por que sus hijos formaran una familia lo más pronto posible. Por alguna extraña razón podría decirse que casi le urgía que alguno de sus hijos contrajera matrimonio pronto. Lo que escuchaba ahora no era de mi incumbencia, pero mi curiosidad me mantenía atenta a cada palabra. Me mantenía inmóvil y mi rostro inexpresivo, tenía las manos entrelazadas sobre mi vestido. Quería pasar desapercibida aunque todos estaban conscientes de mi presencia, sin embargo actuaron como si solo la familia real se encontrara en el lugar.

Sigurd continuó.

—Entonces, ¿no crees en el amor?

—No dije eso.

—¿Amabas a Ragnar cuando te casaste con él? ¿Y él te amaba a ti? —las preguntas afiladas que le hacía Sigurd a su madre se habían ganado el interés de todos, incluyéndome.

Ella limpio sus labios con un trozo de tela y después golpeo con su mano la mesa. Lo miró indignada.

—¡Por supuesto que lo amaba! —dijo entre dientes.

Sigurd miraba a su madre amenazante. Después de unos segundos desvío sus ojos hasta su plato.

—Dicen que lo embrujaste.

Hvitserk estaba a punto de llevarse una cucharada a la boca pero se detuvo en seco al escuchar las palabras de su hermano. Ivar, quien anteriormente estaba sentado cómodamente se inclinó hacía el frente y apoyo sus brazos en la madera. Su apariencia era dura y seria.

—¿Qué te pasa? —intervino el menor de manera hostil.

Sigurd lo miro con desdén.

—No me pasa nada, solo quiero saber si ha amado a alguien además de a Harbard.