𝐖𝐀𝐑 𝐎𝐅 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 ༄𝑽𝒊𝒌𝒊𝒏𝒈𝒔

𝟐𝟓: 𝐍𝐔𝐏𝐂𝐈𝐀𝐒✔️

Briella.

   Las palabras de Skade me dieron fuerza y ​​consuelo para continuar con mi misión. Mi descanso por la noche fue casi nulo debido al nerviosismo y las tremendas ganas de escapar que tenía. Así que unos cuantos bostezos escaparon de mi boca mientras las damas me arreglaban para el compromiso. Observé mi reflejo a detalle en el espejo. El vestido grisáceo de terciopelo que cubría mi cuerpo era simplemente espectacular, de los brazos caían amplias mangas mientras que alrededor del cuello y sobre los hombros estaban incrustados un sinfín de piedras preciosas. Mi cabello estaba cubierto por un delgado velo mientras que una pequeña tiara dorada descansaba sobre mi cabeza.

En otras instancias me habría gustado verme justo así, pero junto a otra persona, por supuesto.

—Es hora mi lady —la suave voz de una de las damas se dirigió a mí.

Me giré hacía las tres jóvenes y muy apenas pude obsequiarles una sonrisa fingida. Las tres inclinaron su cabeza a modo de reverencia. Al salir de mis aposentos dos de ellas iban delante de mí mientras que la tercera caminaba a mi lado. Con cada paso que daba me sentía menos segura de mis decisiones, pero ya era muy tarde para cambiar de opinión. «A veces se tiene que hacer sacrificios para lograr lo que ambicionamos» me repetía a mí misma. En mi desvelo hablé con Dios, notificándole el porqué de mi actuar y pidiéndole perdón por todos los pecados que había cometido y también por los que estaba por cometer.

Él más que nadie conocía mis motivos.

La carencia de atención que tenía me hizo chocar de golpe con una de las damas que iba delante de mí. Retrocedí varios pasos y fruncí el ceño por su inesperado detenimiento. Aún bajo sus finos vestidos era notable como sus pequeñas siluetas temblaban de temor. Miré por en medio de ellas para saber que sucedía. A pesar de la distancia que nos separaba sabía perfectamente a quien pertenecía la imponente figura postrada en medio del pasillo. Sus pasos comenzaron a resonar haciendo que las jóvenes se alteraran más. Si no conociera a aquel hombre posiblemente hubiera reaccionado de la misma manera.

Björn se detuvo frente a ellas y les lanzó una mirada amenazante. Una de ellas soltó un pequeño grito y se hizo a un lado mientras que la otra me miró de reojo en espera de órdenes.

—Por favor adelántense, las alcanzaré en seguida —exclamé con tranquilidad.

Ni siquiera paso un segundo cuando se fueron corriendo. Negué con la cabeza para evitar reírme de ellas. El rubio mostraba una mirada que nunca antes fui capaz de admirar. Sus facciones relajadas y el silencio que nos rodeaba me abismaban. Debido a la longitud de sus piernas solo le bastó dar un paso para estar frente a mi. Aunque mis ojos lo veían con atención tuve que alzar la vista para poder ver su rostro por completo. Claramente la diferencia de tamaño entre ambos era muy notoria. Björn parecía realmente un oso por su gran complexión y tamaño. Y ni que decir de sus grandiosas habilidades para luchar.

Sin aviso previo tomó mi rostro entre sus firmes manos y segundos después mis delgados dedos se enredaron en sus muñecas. Tuvo que inclinarse un poco para quedar a mi altura. Sus cálidos labios hicieron conexión con mi frente, confundiéndome por completo. No solo mis emociones estaban revueltas sino que mi raciocinio también. Me tocaba con tanto primor que podía sentir a la perfección el cariño que estaba brindándome, y, por primera vez en lo que iba del día pude estar en completa calma. Björn estaba haciéndome saber a su manera que todo estaría bien. Que no estaba sola, él estaba para mí.

Rompió el contacto físico, sin embargo, nuestros ojos seguían fusionándose. Sus manos se alejaron de mi rostro, pero no las dejé ir. Con mis pequeñas manos apreté las suyas y le sonreí agradecida.