Cap cortito, los que siguen los haré más largos. Gracias por el apoyo, voten y comenten 💕Narra Emma:
Dolor, tenía un punzante y molesto dolor en mi cabeza el cuál me hizo salir de mi profundo sueño.
La luz proveniente del sol chocó contra mis ojos, obligándome a abrirlos poco a poco. No se porqué, pero esto me costó mucho trabajo, era como si mis pestañas estuvieran pegadas.Me sentía extraña, como si mi cuerpo estuviera muy pesado, con un gran cansancio, con mis músculos y huesos rígidos. Me costaba mantener mis ojos totalmente abiertos.
— Papi— me queje un poco, sintiéndome sumamente adormilada. Moví mi pequeña mano por las sábanas, buscando el cuerpo de mi papi, pero no lo encontré—¿Remi?— también busqué a mi ratoncito, pues siempre lo abrazo por las noches, pero por alguna razón tampoco lo encontraba entre mis brazos.
Me costaba hablar, incluso mi voz de escuchaba un poco ronca.
Pasaron varios segundos, lentamente mis sentidos se fueron activando. Lo primero que percibí fue un extraño aroma a... ¿desinfectante? ¿Cloro?. Esto me confundió, pues no lograba reconocer el aroma de mi papi. La cama debajo de mi tampoco era suave como la mía o la de papi, cosa que me confundió aún más.
Como dije, sentía bastante cansancio, pero aún así con todo el esfuerzo del mundo logré abrir mis párpados. Mi vista estaba un poco borrosa, pero poco a poco pude enfocar más. Lo primero que observé fue un techo blanco... moví un poco mi cuello y observé... ¿un monitor cardiaco?
Analicé con mis ojos el lugar.
Había un tanque de oxígeno.
Otros monitores.
Un carrito con un desfibrilador.
— ¿Pero qué es esto?— murmuré para mi misma observando asustada todo lo que me rodeaba. De repente sentí un nudo en mi garganta y mis ojos cristalizados— ¿P-Papi?
¡¿En dónde esta mi papi?!
Esta no era la casa de papi, tampoco su habitación y mucho menos la mía. Tampoco era la casa del tío Gustaf ni la de Alexander. ¡No tenía ni idea de en dónde estaba!
Me sentía muy asustada. No lograba reconocer absolutamente nada, ni el lugar, ni que hora era, ni qué día era. Nada de nada.
— ¡Auch!— solté un chillido de dolor en el momento en el que intenté sentarme. El dolor parecía provenir de mi abdomen. Se sentía como una punzada muy fuerte, tanto que me sacó unas cuantas lágrimas.
Mi plan era ponerme de pie y explorar el lugar, pero del dolor no me podía ni sentar, por lo que no me quedó más remedio que quedarme recostada.
Me observé a mi misma, y estaba usando una bata. Por debajo de la tela pude percibir que había una venda rodeando mi torso. Me puse más atención a mi misma, y al parecer no solo tenía una herida en mi abdomen... mi pie estaba enyesado, también tenía algunas curaciones en mi piel y había un cable de oxígeno conectado a mi nariz.
Pánico.
Eso era lo que sentía.
¿Por qué estoy tan lastimada?
— Ah— me sobresalté en cuanto escuché unos pitidos altos proveniente del monitor cardiaco.
Los latidos de mi corazón estaban rápidos, y no solo eso, también el ritmo de mi respiración. El monitor sonaba más y más. Estaba a punto de entrar en un ataque de ansiedad hasta que...
La puerta de la habitación se abrió.
Sentí una enorme tranquilidad al ver a la persona que entró por ella.