Días juntos

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Narra Bill:

Tarareaba una canción ochentera mientras que mezclaba todos los ingredientes en el bowl; huevos, leche, vainilla, harina integral, un poco de azúcar y canela. Metí la espesa mezcla dentro de la wafflera, y mientras estos se cocinaban, puse un pequeño bowl de fruta en la charola, esto junto a dos vasos de jugo de naranja recién exprimido. Mientras preparaba el desayuno de mi bebé yo me encontraba disfrutando de una buena taza de café negro.

En el biberón de Emma, vertí un poco de leche con chocolate, la cual se encontraba tibia, finalmente añadí algo de miel y comencé a agitarlo.

Eran las 8:30 am del sábado.

Obviamente mi bebé aún seguía dormida. Pero por mi parte, yo había despertado hace un par de horas. Aproveche mi tiempo para ir al gimnasio y tomar una ducha. Estaba de muy buen humor, pues al ser fin de semana y no tener pendientes le podía dedicar todo mi día a mi bebé. Y que mejor forma de empezar el día que preparando su desayuno favoritos, waffles.

Mi celular comenzó a sonar, por lo que con una mano tomé mi móvil y con la otra seguí cocinando.

— Gustaf— mencioné el nombre de mi hermano.

— ¡Bill! Que bueno que ya estás despierto— contesta él en un tono alegre— ¿Qué tal tu mañana hermanito?

— Excelente— respondí con sinceridad— ¿Y qué tal tu? ¿A qué se debe tu llamada tan temprano?

Saqué los waffles de la máquina y los apilé en un plato, dejando caer un poco de chocolate líquido sobre estos, decorándolos con cerezas.

— Oh ya sabes... solo quería avisarte que en algunos minutos pasaré por mi bebé— dice con simpleza— ¿ella ya está despierta? La llevaré a una nueva heladería que abrieron en Central Park, daremos un paseo, hice una reservación para nosotros en un restaurante y le enseñaré a patinar en la pista de hielo.

Fruncí mi ceño.

¿Qué?

— Gustaf. En primer lugar Emma es MI bebé— le dije de manera seria— y segundo... hoy quiero pasar el día con ella. Puedo llevarla a tu casa otro día, pero hoy quiero estar con ella, solos.

Escuché cierto bufido molesto por parte de mi hermano.

— No Bill. Los fines de semana a Emma le toca estar conmigo. Esos días me corresponden. Y ya tengo el plan hecho.

Solté una risa sarcástica que carecía totalmente de humor.

— ¿Pero tu de que estás hablando Gustaf? No somos un matrimonio divorciado en el que tengamos que acordar días para poder estar con Emma. Jamás dije que los fines de semana te correspondían para estar con ella.

— Oh vamos Bill. Ella vive contigo, pasa bastante tiempo contigo. Así que lo justo sería que estuviera conmigo los fines de semana. Así que ya está dicho, en una hora llego por ella...

— ¡No! ¡Gustaf!

Antes de que pudiera decir algo más el idiota me colgó el celular. Imbécil, que ni crea que accederé a dejar a Emma con él. Se que es un buen hermano y es como un segundo padre para mi bebé, pero yo la pedí primero.

Dejé los waffles en la charola, la fruta, el jugo y el biberón de Emma. Tomé esta con cuidado y caminando precavidamente salí de la cocina. Subí las escaleras y avancé hasta llegar a mi habitación, lugar donde Emma seguía dormida.

Dejé la charola sobre la cómoda y suspiré totalmente enamorado en cuanto vi a mi lindo angelito.

— Amor...

Daddy's Baby | Bill Skarsgård. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora