III

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La hora de la cena llegó notaba varias miradas en ella, cosa que era normal, no entendía como la gente podía ser tan ingenua de no poder apreciar que James y ella son hermanos. Suspiró y levantó la mirada encontrándose con la de Lily Evans.

- ¿Que quieres Evans? —lleva un trozo de pollo a su boca después de haber dicho eso.
- ¿Siempre tienes que estar rodeada de chicos? —puso mala cara a lo que la chica suspiró.
- Si no supiera lo que te traes con James pensaría que incluso te gusto, ¿que más te da haga?¿Por que no te preocupas más de tu novio? —la peli negra saluda al chico rubio de Hafflepuff, Amos Diggory, el cual a ver como su novia, si es que aun se podía llamar así, quito la sonrisa y miro a su comida.
- Eres una zorra — le dedique una pequeña sonrisa mientras los cuatros chicos levantaban la mirada de su plato hacia ella.
- No le vuelvas a hablar así Evans, ¿está claro? —dijo el peli negro con lentes.
- Encima la defiendes —este rodó los ojos. De verdad a veces la gente era insoportable.
- Bueno chicos estoy cansada me iré a la habitación —le dio un beso en la mejilla a los cuatro cuando en realidad fue a aquel lugar esperando a ese chico que le había acelerado el corazón de aquella manera.

[...]

Había pasado casi media hora desde que la chica se había ido, la mayoría ya estaban en su habitación y ella está segura de que los chicos sabían que no había ido a esta. Suspiró rendida cansada de esperar algo que era obvio que no iba a llegar. Así que simplemente decidió levantarse pero justo cuando iba a dar un paso para empezar su camino hacia su Sala Común escuchó aquella voz haciendo que se quedase quieta en el sitio.

- Lamentó haber tardado tanto, tu amiga no me dejaba irme. Me insistió bastante en que quiere un Black en su vida —el chico camino hacia mi y por inercia al ver como se acercaba me senté de nuevo y él al lado mío— ¿que era lo que querías decirme?
- Q-que no vuelvas a besarme —ambos se quedaron mirando unos segundos y el menor de los dos sonrió y cambió su mirada al techo.
- Está bien, no se volverá a repetir.

Después de haber dicho aquello y de haberle aguantado la mirada unos segundos, la chica podía decir que se arrepentía, aquel chico le llamaba la atención, esos labios que a pesar de finos tenía tantas ganas de volver a besar, esos ojos que con mucha dificultad podría olvidar, la forma en la que sus manos sujetaron sus caderas aquella vez. No quería admitirlo pero ese chico era demasiado interesante y atractivo para ella.

Mientras ella pensaba en que el chico era atractivo él se estaba maldiciendo a sí mismo. Pensaba que había estropeado cualquier oportunidad con ella solo por haber sido un estúpido y haberla besado, a la fuerza, para librarla de un castigo, bueno a ambos, aunque él no había tenido nada que ver con aquella broma que le hicieron al Profesor Dumbledore. El cual se había cansado de buscar, así que se había quedando limpiando su pobre despacho lleno de cenizas.

- Bueno, eso era todo —la chica se levantó y se dispuso a caminar de nuevo como hacía unos minutos quería hacer pero de nuevo fue parada, sólo que esta vez por una mano en su muñeca.
- Se que empezamos mal, y que tal vez me digas que no pero...ya que hemos empezado por el final, conozcámonos ahora. S-si tú quieres claro —dijo cambiando la mirada y rascándose la nuca.
- me encantaría —sonrió— ¿Te has puesto nervioso? —la chica entrelazó sus brazos para ir caminando hacia el sitio donde él la guiaba.

Hablaban de cosas triviales, de cómo había ido su día, como iban los estudios...etc. No se habían dado cuenta de que dos personas estaban mirando lo que hacían y él como en cualquier momento su pequeño mundo en el que estaban, acabó destruido por unas pocas palabras por parte de alguien más.

- Regulus —dijo el peli negro mestizo haciendo que ambos se tensaran y miraran hacia él— ¿que se supone que haces?
- Esto yo...no te interesa —miro al lago negro aunque poco podían ver ya que era de noche.
- Sabéis que a vuestra familia no le va a gustar nada esto verdad. —se cruza de brazos mirando a ambos.
- Yo mejor me voy, no quiero aguantar una riña de alguien. —se levantó y el otro hizo lo mismo y la paró— deja de pararme es molesto.
- Perdón, pero no quiero que te vayas.

De nuevo se quedaron mirando, el le intentaba trasmitir todo el amor que sentía por ella dándole una mirada dulce y tranquilizadora, haciendo que así la chica se tranquilizara un poco y le diera explicaciones del por que quería irse.

- No es por ti por lo que me quiero ir, si eso es lo que te preocupa, simplemente no quiero que mi hermano sepa que estoy aquí, no quiero darle explicaciones del por qué estoy con vosotros aquí. Lo siento, nos vemos —se acercó para darle un beso a Regulus en la mejilla u este le sonrió dulcemente a la chica. Mientras el otro solo puso una sonrisa la cual intentaba evitar. Esta feliz por su amigo, por fin había podido acercarse a la chica que le gusta.
- Está bien, siento haberte retenido —con una sonrisa aun un poco boba, le soltó la mano para que así pudiera irse, la chica le dedicó una sonrisa y se fue caminando hacia su sala común.

El chico se cruzó de brazos y miró al que interrumpió su "cita". Tenia una mirada que a cualquiera le daría miedo, y el mayor de los dos no era una excepción, se rascó la nuca para evitar esa mirada y no ser asesinado por que si las miradas mataran él estaría seis metros bajo tierra sin ninguna duda.

- ¿Que te ocurre Sev? Y yo pensaba que te alegrarías por mi... —el chico suspiró y el mayor se acercó a su amigo para pasarle los brazos por los hombros.
- Y lo hago créeme, pero Lucius ya empezaba a sospechar de que estabas por ahí con alguien y si no quieres que se enteren ya tus padres lo mejor es que vayamos ya.

Tras un suspiro y unas cuantas quejas más sobre el haberlos interrumpido ambos caminaron tranquilamente por los pasillos.

Algo complicado [Regulus Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora