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Ambos se quedaron ahí echados en la sala común, esperaban que les castigaran y lo sabían no había una forma no lógica de que no lo hicieran, ya que a primera hora tenían con el profesor Dumbledore, al menos ayer se habían librado del castigo y hoy por la tarde lo llevarían, aunque también tenían otra posibilidad que era dejar de lado aquella clase durante una semana para ver si se le olvida. Aunque conociéndolo estaba claro que no lo haría si no que se haría el loco incluso podría hasta llegar a soltar una pequeña risa.

- Lunático —ambos chicos que estaban allí levantaron la cabeza al escuchar la voz del mayor de los Black— no crees que lo mejor será ir a desayunar, por que por aquí —se señaló así mismo— tenemos hambre —se echo encima de la Potter para apoyar la cabeza en el estómago y escuchar su estómago sonar— bueno al parecer no soy el único.
- Tengo hambre pero tengo sueño, el suelo no es cómodo —dijo la chica frotando sus ojos para luego abrirlos y soltar un suspiro.
- Venga a comeeer —dijo el peli negro pero no le hicieron caso— Lunaticoooo —el nombrado cerró el libro y miró a ambos.
- Bien vamos —se levantó haciendo que la chica golpeara su cabeza con el suelo y soltara un quejido.

Entre ambos la acabaron levantando, aunque se negó a caminar por lo que el peli negro la subió a su espalda, mientras empezaba a moverse la chica empezó a cantar una de las canciones favoritas de ambos.

- Number forty-seven said to number three. —la chica le dio un golpecito en el pecho al que la llevaba a caballito y él lo entendió y le siguió la canción.
- "You're the cutest jailbird I ever did see" —ahora ambos señalaron a su pequeño amigo Petter el cual se había juntado a ellos cuando estaba subiendo a la chica a la espalda del pelinegro.
- "I sure would be delighted with your company" —los tres señalaron al último que quedaba, Remus el cual con una pequeña sonrisa siguió la canción.
- "Come on and do the Jailhouse Rock with me"

La chica se bajo de la espalda del pelinegro para ponerse entre Sirius y Remus los cuatros se cogieron de los hombros, sabía muy bien lo que venía cuando su pequeña princesa de Gryffindor, o al menos así la llamaban ellos, se ponía a cantar una canción. Fueron bailando y cantando esa canción hasta que escucharon unos gritos provenientes del comedor. No le dieron importancia las peleas en Hogwarts eran algo normal pero cuando escucharon gritar un "JAMES POTTER DAS ASCO"decidieron que era hora de correr y ver que pasaba.

- Hey estás bien? —la chica se acercó rápidamente a su hermano, el cual tenía unas pequeñas lágrimas en sus ojos las cuales se estaba aguantando, soltó un suspiro y los hermanos sé abrazaron.
- No tienes vergüenza, te das cuenta de que me quiere a mi! No te quiere a ti. —dijo la pelirroja bastante enfada, a la chica no le importaba ni lo más mínimo estaba cansada de ver a su hermano sufrir por esa chica .
- Por Merlín Lily, tanto te cuesta escucharme?
- Cállate, no me vuelvas a dirigir la palabra Potter!
- No se como te puede gustar esa chica —hablo la hermana del que casi estaba llorando con las manos en las mejillas— es como un chihuahuas con pulgas —él se río levemente y apoyó la frente en el hombro de su hermana y está le dio un beso en la cabeza.
- te escuche lo sabes verdad? —dijo esta cruzada de brazos.
- Crees que me importa que me oyeras? —le acaricia el pelo a su hermano mientras ambas se mataban con la mirada una por celos y otra por odio por cómo trataba a su hermano.
- Ag! Aun recuerdo cuando tenías tus estupidas zapatillas blancas que no te quitabas nunca.
- Ahora a mi me cuelgan 10 joyas —la peli negra sonrió algo superior, mientras que al pelirroja fruncía su ceño.
- Y cuando ni siquiera te hablaban tres chicos —lo dijo con un tono de odio.
- Y ahora a mi me habla hasta tu novio —ambas dirigieron la mirada hacia Amos Diggory un castaño claro con los ojos marrones claro con algún toque verdoso y el pelo un poco alborotado.
- ¿Así que eso era con lo que estabas tan ocupado? —dijo caminando hacia él mientras la chica juntaba sus manos pidiéndole perdón al chico con una sonrisa dulce para que le perdonara.
- No tenías que haberte metido —James la miro y frunció el ceño.
- De nada, yo también te quiero —le da un beso en la mejilla y el anterior sólo rueda los ojos y le lleva una fresa a la boca de la chica, la cual acepto sin problema.

El desayuno paso sin ninguna complicación más, aunque intentaron alargarlo lo más posible para librarse del castigo que les podría caer por haber llenado de fuegos artificiales el despacho del profesor Dumbledore.
Iniciaron su camino a las clases iban los cinco, el grupo de siempre aunque ahora iban a paso aligerado por que Remus no quería llegar tan tarde como los otros cuatro querían. Aunque poco duro esa tranquilidad ya que Amos se había acercado a la chica haciéndose un hueco entre Sirius y ella.

- Como se te ocurre meterme a mi, ahora piensa que la engañe contigo —Amos caminaba cruzado de brazos mientras que la chica tenía una sonrisa inocente.
- ¿Debería decir lo siento? —se rascó la nuca.
- Estaría bien la verdad.
- Pues no lo haré JA —el chico rodo los ojos con una pequeña sonrisa.
- Eres insoportable, tienes suerte que tenga en mente a alguien más —mira hacia delante por donde caminaba Remus.
- ESPERA! ¿Hay algo que tengas que contarme? Algo así como que también t —la chica no pudo seguir hablando ya que le habían tapado la boca mientras seguían caminando. Los cuatro que estaban a su lado les miraron.
- ¿Pasa algo? —preguntó Remus llegando ya casi a la puerta de la clase.
- No, nada —respondió rápidamente Amos, haciendo que la peli negra sonriera.

Al final llegaron a la clase a tiempo, así que sin ninguna preocupación se sentaron en sus respectivos sitios James con Sirius, Remus con Petter y Amos con T/n. Donde la última "pareja" aprovechó y comenzó a hablar sobre lo ocurrido en el pasillo.

Algo complicado [Regulus Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora