Algo complicado [Regulus Black]

XVI

- Papa! —entró aquella niña toda acelerada a la habitación, haciendo que ambos hombres allí presentes se asustaran— mamá fue al bosque prohibido, están en forma de animada pero está allí.

Sin más al escuchar eso él salió corriendo dirección al bosque viendo como los tres ,es decir, Sirius, James y Remus, se habían quedado ahí parados, él corrió hasta pasadas de media hora la pudo encontrar con su túnica sentada abrazándose las rodillas y con lágrimas por las mejillas.
- Hola... —la chica levantó la mirada y al verlo se secó las lagrimas y volvió a ver al frente.
- Véte —dijo con su voz rota.
- No me voy a ir —el chico se sentó a su lado y la chica le miró con el ceño fruncido.
- Quiero estar sola déjame —dijo para limpiarse las lágrimas y girar su cabeza al lado contrario.

La chica pudo escuchar ramas romperse por lo que pensó que estaría volviendo al castillo pero se dio cuenta que se equivocó cuando sintió que la abrazaban por la espalda, pues él se había puesto de rodillas tras ella.
Sin poder evitarlo los brazos de la chica fueron a los de él apretándolo más hacia ella, lo amaba aún y estaba segura de que nunca iba dejar de amarlo.

- Lo siento, lo siento muchísimo de verdad! T-te juro que lo arreglaré! No me casaré, me alejaré de mi familia pero porfavor... no te alejes de mi, no quiero estar más lejos de ti, te amo y quiero estar a tu lado siempre —dijo en un pequeño susurro pues estaban tan pegados que si subía un poco el tono de voz estaba seguro de que podía dejarla sorda.
- Yo tampoco quiero estar lejos de ti, pe-pero esto es algo complicado tú eres purista y yo...
- No, no lo soy, no me creo mejor por ser sangre pura, que lo tenga que aparentar es una cosa serlo es otra. Aparte —la giró la cara con deliqueza cogiéndola del mentón— si nos amamos, que más da que esto sea algo complicado que más da que piense, que hablen, me da igual, yo lo que sé es que o es contigo o no es con nadie —el chico sonrió mientras se miraban a los ojos, la chica sonrió y apoyó la cabeza en el hombro de él mirando al ahora naranja cielo.
- Eres idiota Reggie.
- Oh, vamos... no me llames así! —ambos soltaron una pequeña risa.
- Te encanta ese mote lo se —la chica lo miro y vio al chico con una ceja alzada— no te hagas el duro, Reggie —dijo la chica con un tono de burla pues al saber que le molestaba le hacía más gracia aún. El chico solo negó divertido.
- Sabes de sobra que odio ese mote —dijo el chico aún con una pequeña sonrisa.
- Pues acostúmbrate, te llamaré así todo el rato.

La chica al ver como los ojos del chico se achinaron un poco, no pudo evitarlo, necesita ver la sonrisa que tanto le había alegrado los días, él al pecar tarde de ese acto de la chica no pudo evitar que la sonrisa se volviera una un poco pícara.

- No se te ocurra besarme —la chica giró su cara hacia el frente.
- te acuerdas la última vez que me dijiste eso te bese y salí corriendo —el chico sonrió algo triste.
- Lo recuerdo —dijo la chica con una sonrisa melancólica— ojalá no me hubiera enterado que te vas a casar con otra, si eso no hubiera pasado todo sería más fácil y nada de esto hubiera pasado.
- Ya te lo he dicho t/n, no voy a casarme con nadie que no seas tú —estira la mano a donde está la mano de ella para entrelazar sus dedos— estoy enamorado de ti, y eso no va a cambiar nunca.

La chica llevó la mirada hacia el, el bajo un poco su cabeza para mirarla a ella, ambos tenían una mirada triste pero a la vez podías ver un brillo de esperanza en los ojos de ellos. La chica se acomodó entre los brazos de Regulus para así poder colocarse más cómoda, mientras el solo la seguía con la mirada.

- Cuando volvamos a nuestra época tenemos que hablar.

Dijo para después levantarse e irse caminando con una sonrisa mientras el chico la seguía con la mirada unos segundos hasta que corrió hacia ella y le dio un suave empujón.

- Hablaremos, pero ayúdame a salir aquí, luego si quieres cada uno por su lado.

La chica se rio, y el resto del camino fueron risas para ambos, entre gracias que hacía el chico y ver le la cara que ponía cuando le llamaban Reggie, el camino se hizo corto, todos estaban esperando a las afueras del castillo para despedirse y volver a su época.
En cuanto la gente se dio cuenta de que venían por ahí tres soltaron un pequeño suspiro y dos salieron corriendo a por ellos.
Ambos abrazaron a los dos haciendo así el abrazo familiar que nunca habían tenido, lo que estaba pasando era un sueño para los niños y una sonrisa salió en los labios de ambos, haciendo que se olvidaran del resto, estaban en su pequeña burbuja abrazados.

- Os quiero mucho pequeños —le remueve el pelo a ambos— y no sabéis lo mucho que siento solo estar con vosotros dos años.

No dio tiempo a nada pues Sandy y Luka se habían lanzado a abrazar a su madre aguantándose las lágrimas, aunque por raro que pareciera Lukas fue el primero en ponerse a llorar en los brazos de su madre, ahora no quería que se fuera, no se acordaba de ella, ni de su voz y el poder abrazarla fue lo que siempre quiso.

- No te vayas... —susurro Luka con la voz un poco entrecortada.
- Tengo que hacerlo, perdóname —le dio un beso en la cabeza y al poder ver los ojos del chico, pues había levantado la cabeza, cogió sus mejillas para limpiarle las lágrimas— deja de llorar, mi pequeño Luka.

El chico de 14 años sonrió algo triste y se abalanzó de nuevo a su madre apartando a su hermana, no sabía por que, pero necesitaba el cariño que su madre nunca pudo darle. La quería y quería que en su vida estuviera su madre y tal vez sea mucho pedir, pero en la mente del chico solo quedaba una cosa, que pudiesen arreglar todo sus padres y poder tener una familia normal.
La chica se despedía de su padre, hablaba con él contándole alguna cosa, algún improvisto que había pasado cuando eran pequeños, hasta que el chico se separó y ambos intercambiaron papeles, ahora era ella la que estaba con su madre.

- Espero que podáis arreglarlo todo y podamos tener una familia de cuatro —se abrazaron y ambos padres dijeron lo mismo a la vez.
- Confiar en nosotros, haremos todo lo posible, para que vosotros estéis felices en el futuro.

Los padres se miraron y se sonrieron esta vez sin nada de tristeza en sus rostros, cosa que hizo que sus hijos sonrieran a más no poder, pero también recibieron unas malas miradas por parte de los que son de su época

- Lamentó interrumpir el momento familiar pero tienen que irse —dijo Dumbledore poniendo las manos en los hombros de Sandy y Luka para que así nos soltaran y poder ir a su época. Y sin más eso fue lo que pasó, todos sus padres y tio, se fueron tal como habían venido...

Continuará...