XV

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La pelinegra acabó sentándose en la cama que había tapándose la cara con las manos para pensar, ¿que habría pasado con ellos? ¿Como había llegado hasta Regulus que tenían hijos? ¿Que había pasado después de eso? ¿Enserio le quedaban solo tres años para vivir?

- Ahora lo sabemos, avísalos diles que va a pasar así tal vez podamos estar bien todos, no tiene por qué volver a pasar eso —el chico se arrodilló y apoyó las manos en las rodillas de la chica.
- No puedo hacer eso, si lo hago cambiaría el presente. Harry no sería el elegido. —se destapa la cara y sus miradas después de un rato se cruzaron de nuevo.
- Y te crees que yo sabiéndolo voy a dejar que vayas directa a morir? Lo siento pero no. —dijo Regulus para alzarse y suspirar.
- Te crees que me hace mucha ilusión no poder verlos crecer? —señala a los dos niños los cuales estaban mirando algo frustrados la situación.
- Pues es lo que parece, ahora lo sabes arriésgate y cambia las cosas.
- ¿Y lo dices tú? —ríe levemente con algo de incredulidad.
- No puedes compararme una cosa con la otra, ¡tú vida está en juego!

La chica se levantó de la cama pero fue interrumpida por la puerta que había sido abierta,dejando ver a un James Potter preocupado por lo que acababa de escuchar.
El ambiente de la habitación se había vuelto más incomodo aún, no podían explicarle el por qué de la frase y sabían que el pelinegro iba a insistir demasiado en eso. Los cuatro miraron al suelo mientras él fruncía el ceño y cruzaba sus brazos.

- ¿Por que está la vida en juego de mi hermana? —miró a los cuatro, ninguno habló, sólo las dos chicas levantaron su mirada para verle— ¡Explicármelo!
- James, entiende no pode... —fue interrumpida sin ningún tipo de miramiento, no iba a permitir que algo le pasara a su hermana.
- Que te va a pasar —le dijo a su hermana, a la cual había interrumpido.
- En tres años voy a morir —suspiró y miró al suelo, no quería dar más explicaciones, pero al ver una sonrisa de incrédulo en la cara de su hermano,miró de nuevo al suelo.
- Venga, no digas eso, no es gracioso, no es una buena broma.

Al escuchar decir eso la pelinegra, no aguanto más y se le empezaron a caer lágrimas, iba a abandonar a su familia.
Ahora mismo por su mente solo pasaban preguntas, ¿como ocurrió? ¿porque ocurrió? ¿que repercusión tiene? ¿podría solucionar algo o su hermano tendría que morir en esa casa si o si?
Estaba frustrada, alterada, irritada, ahora mismo quería estar sola, pero a la vez no, quería estar con alguien pero no quería darle explicaciones a su hermano del por que, aparte ni ella sabía si quería estar con su hermano, sus hijos o tal vez con alguien que ni siquiera conociera. Ahora mismo era un mar de dudas.

- No es broma... ella va a... ¿como? No tiene sentido.
- Protegiéndote —dijo Regulus, se le notaba en el ceño fruncido la rabia que tenía dentro.
- ¿Que? O-osea que ¿ella...ella muere por mi culpa?
- No, no, claro que no —la pelinegra se levantó de la cama rápidamente para ir al lado de su hermano, pero él al verla acercarse se alejó.
- Yo...yo voy a hacer que tú mueras... yo... —pasó ambas manos por el pelo mirando a todos lados intentando buscar una solución— yo, adiós —salió casi corriendo de la habitación con sus ojos llorosos y un gran nudo en la garganta.

Segundos después de que la puerta fuera cerrada una mirada de odio viajo a Regulus, y si, era una de t/n.
Mientras que los gemelos suspiraban por la tonta acción de su padre, su madre buscaba intentar calmarse para no matarlo.

- Sabes que mejor me llevo a mama fuera para que se calme y ya si eso seguis hablando mas tarde —Sandy agarro del brazo a su madre y salieron ambas de alli, llendo a dar una vuelta mientras hablaban y poco a poco se iba calmando.
- ¿Porque hiciste eso? —Luke miro a su padre, solo que unos años mas joven de lo que lo había visto estas vacaciones.
- No quiero que tu madre muera, es logico no? —el pequeño se sento al lado de Regulus y apoyo la cabeza en el hombro de su padre— y-yo...como soy despjes de que muriera tu madre? Cambie mucho?

El menor de los dos asintió, su padre había cambiado, se había vuelto frío y algo despegado, no daba muchas muestras de cariño o más bien daba las necesarias, alguna despida o bienvenida nada más.
Regulus soltó un suspiro y le dio un abrazo a su hijo el cual aún le faltaría bastante por ver en esa edad así que el menor, simplemente le continuó el abrazo intentando aguantar unas lágrimas rebeldes que podrían salir en cualquier momento.

- Papa, no dejes que mamá muera porfavor, no solo por mi o por Sandy, por ti también y por Sirius y Remus, de verdad por favor soluciónalo. —el chico escondió la cabeza en el cuello de su padre mientras lo abrazaba, mientras él mayor solo acariciaba su pelo para así calmarlo pues había notado la voz rota.
- Haré todo lo que pueda, te lo juro —le acaricia el pelo sin ningún éxito pues el chico seguía con su respiración algo irregular.

Mientras tanto Sandy había logrado calmar a su madre y ahora estaban contándose historietas divertidas o al menos así fue hasta que vieron a tres de los cinco merodeadores sentándose a la orilla del lago negro debajo de un árbol, el árbol donde iban cuando algo les comía la cabeza o se sentían solos o mal con sigo mismos o con todos en general, por decirlo de una forma, era su lugar seguro, lo que quería decir que algo había pasado.
La chica corría a toda velocidad a el lado de los chicos y con la respiración algo agitada les hablo.

- que ocurrió? Paso algo? —los tres chicos la miraron y luego cambiaron la mirada hacia el lago de nuevo— oye...explicármelo, que pasa? —la chica se acerca a ellos pero ellos hacen como si no estuviera— Remus...que ocurre? —el chico se giró para mirarla con los ojos tristes pero al recibir un golpe del hermano de la chica dirigió su mirada al suelo— No es gracioso, parar de ignorarme —a la chica se le empezaba a cortar la voz y a ponersele los ojos llorosos. Mientras que los chicos miraban al suelo intentado no llorar— Remus eres mi mejor amigo, de verdad vas a hacerme esto? Y vosotros dos, sois mis hermanos! Como podéis ignorarme después de todo, cuando volvamos mañana, yo... AG!

La chica se adentra en el bosque prohibido viendo como los tres chicos junto a su hija la miraban, veían como se trasforma en una cierva, la chica ya en forma de animal salió corriendo por el bosque, aunque su hija corrió al lado contrario y volvió a la habitación en la que estaban su hermano y su padre.

Continuará...

Algo complicado [Regulus Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora