Ve a casa || IWAOI ||

04

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Era la quinta vez en el mes que Hajime cancelaba sus planes con Tooru para salir con Masumi.

La quinta vez en el mes en la que Tooru pasaba la noche acurrucado en el piso del baño; muy asustado para dejar la seguridad de los fríos azulejos.

Habían estado saliendo por cuatro meses ya y progresivamente Tooru veía menos y menos de Hajime. Empezó lo suficiente inocente: Hajime cancelando a último minuto sus planes para ir a comer, pero reponiéndolos al día siguiente. Un día más tarde se convirtió en una semana que eventualmente se convirtió en un "¡Oh, te lo voy a compensar pronto!". Con cada noche de películas o sesión de estudio saltada, lentamente la resolución de Tooru se quebraba. Claro, Hajime había tenido novias en el pasado, pero nunca antes lograron consumir casi cada momento de su tiempo libre.

Los dedos de Tooru se aferraron al borde de la taza del baño, sintiendo la bilis subir por su garganta. No sabía porque se ponía así al pensar en Masumi – al menos eso es lo que se decía así mismo para mantener las lágrimas a raya y que el contenido de su estómago se quedara donde pertenecía. Sus temblorosos dedos recorrieron su cabello, los mechones enmarañados se engancharon en las costras alrededor de las uñas. Tooru silenciosamente se recordó el comprar banditas. Nadie quería ver el resultado de sus hábitos ansiosos.

Era esa hora de la noche donde las rodillas de Tooru le gritaban, empujándolo a ir a una superficie más suave. Se recargo sobre el lavabo, sus ojos mirando su reflejo en el espejo finalmente. Los círculos negros bajo sus ojos estaban hundidos y con pequeñas venas rojas. Le dolía fruncir el ceño, los cortes en su labio inferior protestaban por el movimiento.

Miró cauteloso su medicación al borde del lavabo antes de empujarla a las profundidades del botequín.

Fuera de su vista, fuera de su mente

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