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-Mañana no irás a la escuela por el resfriado que pescarás.- El cuerpo de la chica temblaba bajo la lluvia.

-Tengo que ir.

-No tienes, morirás.

-Tengo que verla.

Ree rodó los ojos al escuchar las necias palabras de su acompañante. Jungkook la observó; pequeñas gotas de lluvia bajaban por su nariz y sus labios tiritaban.

-¿Qué haces aquí?

Ree frunció el ceño.

-¿¡Cómo!?

-Sólo hablo de tu hermana y tenemos un trato que odias, el cual aceptaste porque casi lloro frente a toda la escuela. Ibas a tu clase de danza y paraste porque me encontraste bajo la lluvia llorando como un idiota. Me dejas beber té de tu termo y te preocupas. Te saltaste la clase y probablemente mueras de pulmonía porque estás junto a mi, en una banca en el parque con esta lluvia, usamos tu paraguas, y en la noche. Estás escuchando mis problemas existenciales y no me pides nada a cambio. Además mañana tenemos que ir a la escuela. ¿Qué haces aquí?

-Apoyándote.- Ree susurró. -No quiero que te guste Iseul.

-Tú también...

-Ambos estamos viviendo esto justamente por ella. Lloras cada día por ella, la vigilas de lejos, te preocupas... Y ella no se merece esa atención.- Suspiró. -Eres increíble, Jeon Jungkook. ¡Nunca había conocido a alguien tan sensible y amable antes! Mereces mucho más. Además, hay tantas chicas detrás de ti; ¡Todo el equipo femenil de natación te tiene en retratos con veladoras cursis!

Jeon rió bajito.

-¿Cómo sabes? Eres nueva.

-Me di vueltas por toda la escuela.

-Ree... No entiendo de verdad que haces aquí. Yo ya me habría mandado al diablo.

-Si quieres que me largue sólo dilo, Kook.- Jeon negó con la cabeza. -Entonces deja de preguntar eso, porque si lo que deseas es escucharme decir que me gustas o algo, no pasará. Te acabo de conocer y estás muy ocupado restregándome que parezco basura a un costado de mi hermanastra.

Él frunció el ceño.

-¿Eh? ¡Yo no dije eso! ¡Tú lo dijiste!

-¡Lo dije porque hiciste una mueca y paraste de hablar en ese momento! ¡Era justo lo que pensabas!

-¡No pienso que eres fea! Sólo me gusta Iseul. ¿De acuerdo? Sólo veo a Iseul. Y sólo pienso en Iseul. Ciertamente no me importa 'gustarle' a otras mil chicas si no es ella. Todos me sobran y ella me falta, Ree. Pero ya que es un sueño ridículamente lejano, no me queda más que quedarme con su hermana a pedirle consejos para acercarme a ella.

-¿No te queda más?- Ella quedó en silencio un rato. -Sólo te diré algo y terminemos con todo para estar libre de tus... Caprichos.- Dijo entre dientes. -Si ella mereciera tus lágrimas, no las causaría.

-¿Ah?- Abrió los ojos. -¿Me estás dejando?-

-No quiero ser tu segunda opción.- Se levantó y pasó las manos por su cara; llevándose las gotas de lluvia entre ellas.

-R-Ree...

-Basta, Jungkook.- Le dedicó una última mirada y dejó el paraguas a su lado, junto con el termo.

Él la miraba confundido, a lo que Ree giró sobre sus talones y frotó sus brazos para estar cálida. Así comenzó a caminar.

-¡Tus cosas!

Querida Hermana. ✄ JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora