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Iseul se mostró preocupada al ver a Ree desacomodando toda la ropa dentro de su armario.

-¿Qué sucede?

-No puedo encontrar mi celular.- dijo exhaltada. -¿Lo has visto?

Iseul rememoró el haberlo escondido muy bien, para negar con la cabeza.

-¿Estás bien?

-No.- admitió. -Jungkook no ha llegado. ¿Qué pasa si algo le ocurrió?

-¡No le ha pasado nada! Lo vi en el colegio.- sonrió. -Anda, no te preocupes, quizá algo más importante pasó, y venga mañana.

Ree suspiró, dándose por vencida. Esperaría un día más por él. Los que fueran necesarios.

-¿Qué tal si llamó? ¡Dónde lo dejé!

-Podría ser que lo dejaste en el hospital ayer que me trajeron.- quedó pensativa.

Ree se alarmó.

-¡Claro!- exclamó. -Diablos...

Cuando el timbre resonó por toda la casa, Ree saltó, emocionada.

-¡Es él!

-No, no, no.- Iseul negó nerviosa, ¿Jungkook había regresado?- Es el correo.

-¿Correo?

-Oh, es que hoy por la mañana antes de irme al colegio, el cartero dijo que vendría más tarde. Yo iré, tú debes recoger este desastre, Ree.

Ree asintió vencida.

Iseul corrió, peinó su cabello, y abrió la puerta. Su sonrisa se esfumó al ver a Vani junto con Kim Taehyung del otro lado.

-Oh... Hola.- dijo con desánimo.

-Qué tal.- Taehyung sonrió.

Vani la miró de pies a cabeza, con el ceño fruncido.

-Venimos a ver a Ree.

-Oh, ¿a Ree? Me temo que ella no quiere ver a nadie.- resaltó el labio inferior.

-De ser así, ella me escuchará. Estoy segura.- Vani intentó pasar, pero Iseul la frenó.

-Mi papá dio serias indicaciones de que nadie podía entrar, porque Ree no desea ver a nadie.

-Jungkook está preocupado.

-Él podrá venir mañana.

-¡Iseul por Dios, me necesita!

-Entonces...- sonrió levemente. -Llámale. Te contestará si es que te necesita.

Vani bufó y sacó el teléfono móvil con confianza. Marcó lentamente y sonrió llevando el aparato al oído izquierdo.

Taehyung suspiró.

-¿Qué pasa con Ree?- preguntó cual niño de corta edad.

-Su pobre madre está en el hospital.- dijo con absoluta tristeza en su voz.

-No contesta...- murmuró.

-¿Disculpa? ¿Qué dices?- Iseul se acercó un poco más a ella, con desdén.
-¡Que no contesta!

-Lamento todo esto... en verdad.

Tae observó sus pies.

-Cuídala.- susurró. -Avísanos cualquier cosa... ¿si? Es nuestra amiga... la queremos.

-Oh, chicos. No deben preocuparse. Ree y yo nos cuidamos.- masculló. -Como... hermanas.

Al día siguiente, mientras Iseul caminaba hacia la escuela, pudo divisar al preocupado chico que distraía su mente cada que pensaba en él últimamente.

Querida Hermana. ✄ JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora