Querida Hermana. ✄ Jungkook

~25~

Iseul acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja y entró, sonriendo al verle sentado con la frente pegada a la ventana y ojos apagados.

-Jungkook.- llamó.

Él despegó la mirada del cristal y la miró.

-He llegado temprano, disculpa.

-No es nada.

-Y bien...

Ella acomodó el bolso y mordió su labio inferior.

-¿Qué es lo que quieres que le diga?

-Aún me pregunto... ¿En verdad no desea verme?

Ella parpadeó un par de veces y sonrió.

-M... Me ha dicho... Me ha dicho que no desea ver a nadie.

Jungkook envió una rápida mirada al cristal, para mirarle de nuevo y sonreír frío. El autobus de vuelta a casa había comenzado su ruta, arrancando.

-Mentira.

-¿Qué?- preguntó nerviosa, debatiendo entre si sus oídos la habían traicionado para plantearle tal duda, o si había sido una mala mentirosa.

-Mientes, eso es todo.

-Jung...

-Iseul.- tragó saliva, sin rodeos. -Me gustaste. Me gustaste como no debiste haberme gustado; por supuesto que te conozco. Desgraciadamente, no tengo pérdida de memoria y no puedo olvidar todo el daño que me hiciste. Quisiera borrar tu existencia de mi mente.

Ella separó los labios, dolida.

-Pero, Jeon, yo no tenía ni idea...

-Escucha, Lee.- él plantó las manos sobre las rodillas. -Sé que mientes, porque conozco perfectamente cada uno de tus rasgos. Sé tus manías y tus miedos. Sé tus debilidades y tus gustos. Cuando mientes, tus labios tiemblan. Así pude notar que me estás mintiendo.

Él la señaló, acusándola.

-Yo no...

-Tú mientes sobre Ree. Ella quiere verme, ¿cierto? ¿qué has hecho?

-¿Puedo preguntarte... algunas cosas? Sabes que no puedo recordar ciertos detalles que pasaron por mi vida y... ¡Prometo que te diré todo después!

-Pero...- el chico frunció el ceño.

-¿Nos conocíamos antes?- cuestionó interesada.

-Te conozco desde hace mucho tiempo.- contestó neutro.

-¿Nos llevábamos bien?

-Eh...- él relamió sus labios. -No exactamente.

-¿Por qué te gusté? ¿Por qué yo?

Jungkook bajó la mirada, y en un momento todos los recuerdos comenzaron a aparecer. Recordó cuando la veía reír, cuanto le dolía el verla llorar. Cuando jugaba con su cabello, o cuando sus manos temblaban... Y no sintió nada.

-Eh...

-Debo saberlo, Jeon Jungkook.

Él exhaló pesadamente.

-No tengo la más mínima idea ahora.- rió levemente. -No sé por qué me gustaste. No siento nada por ti, ¿qué era lo que pasaba por mi mente? Iseul, no hay nada en ti que pueda decir... Honestamente... Que me guste tanto como me gusta Ree.

-¿Y... Q... Qué es lo que te gusta en... Ree?- pronunció temblorosa.

-Todo.

-Pe...