꧁Noches estrelladas꧂

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Todo había sido...muy raro, por decirlo de alguna manera. Dream había estado viviendo en su nueva casa durante dos semanas ya, intentando adaptarse a su nuevo ritmo de vida.

La gente en ocasiones pasaba a ver cómo estaba, intentando hacer una charla casual con él sin que la pena o el estrés de decir algo incorrecto se notara. Dream no se había mostrado muy agradable con esas visitas, sonando descortés e incluso burlón a veces, no está dispuesto a que la gente le tratara como un perro abandonado.
Las visitas de Bad eran agradables, en terapia hacían cosas infantiles en opinión de Dream, pero Bad insistía de que lo hacían con el objetivo de que entendiera y hiciera lo que debería haber hecho en su infancia. Sinceramente Dream no le encontraba el sentido, pero Bad parecía feliz de que lo hiciera. Sapnap y George pasaban a visitarlo a menudo, preguntando cómo estaba y ayudando con los terrores nocturnos.
Phil también le había visitado, charlando de la forma más casual que podía. Sorprendentemente Dream le había cogido afecto en poco tiempo, principalmente por todo el apoyo emocional que le dió en el viaje hacía su almacén. Techno a veces le acompañaba en las visitas, soltado bromas con su clásico humor negro, había algo familiar en eso que a Dream le reconfortaba.
No había vuelto a ver a Quackity o a Sam, un hecho que le alegraba bastante, aunque todavía tenía ese sentimiento, ese temor, de que uno de ellos apareciera su la puerta. Foolish le había asegurado de que eso no pasaría, cosa que creía a medias.
Por otro lado Patches había sido la mejor cosa que le podía haber pasado a Dream en los últimos años, era un gato cariñoso y pasivo por naturaleza, se contentaba con acostarse encima del rubio o de merodear al rededor de sus piernas mientras caminaba a paso lento. Dream estaba feliz al estar con ella.

-Hola muffin, ¿Podrías abrime porfavor?-la voz de Bad resonaba al otro lado de la puerta de madera de su cabaña. Aunque la puerta no tenía cerrojo y por tanto se podía abrir en cualquier momento, una medida tomada por seguridad, la gente había respetado su privacidad y esperaban al otro lado de la puerta a que Dream les abriera.
-Ya voy.-Dream cogió el bastón apoyado a un lado del sofá y caminó hacia la puerta, intentando no tropezar con Patches, que se cruzaba con él al andar.

Como todos los martes Bad había venido para terapia, aunque no era el único, Puffy por ejemplo se encargaba de la terapia centrada en el habla para tratar los traumas y entender mejor a Dream.

Dream abrió la puerta, sorprendido cuando vio a George y a Sapnap detrás de Bad.

-Preguntaron si podían venir hoy, les dije que no había ningún problema siempre que tú estuvieras de acuerdo.-Bad no se adentró en la casa, esperando la confirmación de Dream.

Dream parpadeó y después asintió, dejando pasar al trío. Era normal que le visitarán pero nunca había estado en terapia con ellos.

-¡Bien! He traído un par de cosas para hoy, ¡El otro día hice pastelitos así que se me ocurrió traer unos cuantos!
-Gracias.-Dream se sentó otra vez en el sofá, acordándose de una de las reglas de Bad sobre ser amable.

Bad le había puesto unas reglas básicas que Dream tenía que intentar seguir, una de ellas era evitar el auto desprecio. Aunque Dream pensó que esa regla sería fácil de seguir había descubierto que era más complejo de lo que parecía en un principio, al parecer considerarse un objeto o un villano estaba mal, aunque Dream todavía no entendía del todo eso, ya que él mismo lo veía como una realidad.
Bad había decidido poner en una pared de la cocina un trozo de cartulina decorado que ponía "Lista de cosas buenas" donde pegaba una pegatina en forma de estrella cada vez que Dream hacía algo bien, como ser amable o decir algo bueno de si mismo, en opinión de Dream Bad ponía en esa cartulina más estrellitas de las que debía. Dream se extrañó cuando se enteró de que no había una lista negativa o castigos.

¿Cómo se crean los monstruos? / Dream SMPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora