En ese momento Virgirigilda cruzó apresurada la esquina y miró con a Sophia con una mirada fulminante. Cinco guardias de último grado y em maestro Wombat seguían a doña Virgirigilda.
—¡Tú! —dijo con el mayor de los odios Virgirigilda—. ¿Cómo te atreves a bajar aquí abajo? ¿Nada es nunca suficiente para ti? Eres hija del mal.
Zooey apareció justo detrás del maestro Wombat y se notaba que debía forzarse para aguantar la sonrisa que quería dibujarse en sus labios.
—Lo siento, doña Virgirigilda. En realidad, yo...
—¡Calla! Nada de lo que digas podrá salvarte de esta. ¡No hay excusas posibles! Ahorra la saliva para el juicio... Pienso pedir la pena máxima.
A Sophia se le hizo un nudo en la garganta y miró a Vigg pensando «¿Dónde estaban esas sincronicidades ahora?».
—¡Detenedla —gritó doña Virgirigilda con voz de globo desinchándose.
Los cinco guardias se abalanzaron sobre Sophia mientras ella se resistía.
—Sophia Arelp, se te acusa de deserción, desobediencia y alta traición. Tienes derecho a guardar silencio, a no declarar contra ti misma, a un abogado asignado y a acceder a las pruebas existentes.
A continuación, doña Virgirigilda pulsó su vincomnis y gritó a través de un holomegáfono:
—Aislamiento máximo en la 103, ¡yaaaa!
La voz se escuchó por todos los altavoces de la sección de arrestos, aunque no hubiera hecho falta altavoces para escucharla.
Dos segundos más tardes, el cristal energético de una de las celdas adyacentes a la celda de Vigg desapareció. Los guardias metieron a Sophia a estirones y la sedaron con un nivaraka. La dejaron tumbada en el suelo y salieron por donde hace apenas unos segundos había un cristal. Un par de segundos más tarde el cristal energético se volvió opaco y de color negro.
—Soph... —gritó Vigg antes de que se interrumpiera el audio.
—¡En cuanto a ti! —gritó doña Virgirigilda a Zooey—. Hiciste bien en avisarme, pero también lo habrías podido haber hecho sin dejarle que llegara tan lejos. Quedas expulsada de cualquier expedición que se realice en los próximos 4 años.
—Pero... ¡Doña Virgirigilda, no la reconocí hasta que revisé las cámaras...! Me gradúo este año. Su hijo y yo hemos hecho planes para que nos asignen el mismo destino, sobre todo ahora que no tendrá que ocuparse de este lastre de protegida... —dijo Zooey intentando ganarse su simpatía.
—Mi hijo estará mejor sin una traidora como tú.
*****
El reloj del Centro de Arrestos marcó las 3.05 am. Sophia volvió en sí de la nivaraka que le habían inyectado. Todavía tenía la vista nublosa y al darse cuenta de donde estaba sintió que se ahogaba. Se arrastró por el suelo de la celda hasta el cristal y lo golpeó con todas sus fuerzas. Unas chispas de color negro saltaron donde había dado el golpe, pero nada más ocurrió.
De repente, empezaron a saltar más chispas negras en la parte inferior del cristal frontal de la celda. Las chispas se movían de izquierda a derecha y otra vez a la izquierda. A cada chispa el cristal se volvía más translúcido. Se creó una zona traslúcida lo suficientemente grande como para poder mirar a través de ella. En la otra parte del cristal Sophia pudo ver a Mr. Sky dando saltos como un loco contra el cristal y rascando con sus patas.
Cuando Mr. Sky volvió a pasar cerca de Sophia, ella golpeó el cristal con su mano para hacerle saber que estaba allí y que podía verle. Sin embargo, la mano de Sophia atravesó el cristal y pudo tocar al perro. Este se volvió loco de la emoción y empezó a morderle la mano a modo de juego. Sophia se quedó sorprendida. Sacó el otro brazo por el mismo agujero y con las dos manos fuera de la celda pudo hacer fuerza y se deslizó a través del cristal. Mr. Sky le chupó la cara y Sophia se levantó del suelo rápidamente intentando evitar los lametones y le acarició la cabeza y el cuerpo, dándole unos buenos frotes.
ESTÁS LEYENDO
Sophia Plera - La cuna de los valientes
FantasySophia, la mejor de las alumnas de la lujosa escuela militar para huérfanos, descubre que es descendiente de sus sanguinarios enemigos mágicos, los Wiszhwiszh. Dotada de nuevas habilidades mágicas, se enfrentará a la decisión de usar sus poderes par...