Algunos días pasaron, los cuales fueron suficientes para que Yunho se hunda en lo más profundo de la tristeza.
No podía hacer nada, todo le costaba el doble, incluso salir de su cama se había convertido en toda una odisea.
Se sentía entumecido, como si Mingi esa noche había apagado la última gota de esperanza que le quedaba. Ya nada brillaba y el sol que entraba por su ventana parecía enfermo, ya ni quemaba.
Yunho no era conciente de cuantos días habían pasado pero eran lo suficiente como para sentir que su cuerpo pedía por comida con urgencia, que su boca seca rogaba por agua y estaba seguro que debería ducharse pero no podía. Su cama era el único lugar donde pasaba las horas.
Su techo blanco era lo único que podía mirar mientras su mente imaginaba una realidad diferente, mucho más feliz.
¿Cómo había llegado a ese punto? Estaba seguro que hasta una planta tenía más vida que él.
Se había dicho que no iba a llorar y eso lo había cumplido pero el precio era ese malestar que lo estaba consumiendo. Sin embargo, no podía hacerlo; Mingi no lo merecía.
Mingi.
Su cuerpo entero lo llamaba, parecía como si lo necesitaba de forma vital, era casi como si estuviera pasando por la peor de las abstinencias. Mingi había sido su droga por bastante tiempo, el suficiente como para no poder vivir sin él.
Sin embargo, se había ido. Al igual que un sueño, Mingi se desvaneció sin siquiera preocuparse por si estaba bien.
No había recibido ni un mensaje suyo, dándole a entender que el otro estaba satisfecho con su ruptura y ¿Por qué no lo estaría? Después de todo tuvo las agallas para dejarlo y romper todas las promesas que se hicieron.
Yunho se sentía tan traicionado que no sabía que dolía mas, si estar separado de él o todas las mentiras que le había dicho todo ese tiempo.
Porque si de algo estaba seguro era que Mingi no podía quererlo de la forma que siempre dijo. Si habría sido así, nunca hubiera podido dejarlo.
Mingi lo volvió loco y después lo dejó así sin más.
Esas excusas de que temía lo que pudiera hacer, su historia familiar secreta y aparentemente trágica, las uso para dejarlo porque seguramente se había aburrido de él.
Nunca le habia importado todo eso, incluso muchas veces le había hecho prometer que no lo deje sin importar lo que pase ¿Por qué de un momento para el otro había cambiado de parecer?
¿Cuál era la diferencia cuando Yunho ya había vivido más de una situación violenta?
No tenía sentido. Lo único que encajaba era que Mingi ya no lo amaba, si es que alguna vez lo hizo.
Yunho suspiró mientras cerraba los ojos, harto de vivir de esa forma pero ¿De dónde sacaba fuerzas?
Se había dicho que volver con Mingi sería su razón para vivir pero ¿Qué haría si el otro lo rechazaba? ¿Cuántos rechazos iba a poder aguantar?
Sin embargo, debía salir de ese entumecimiento. Por nada en el mundo, quería terminar de esa manera y menos por Mingi.
Merecía más y, aunque en ese momento no pueda ni moverse, tenía que hacerlo para así seguir con su vida.
Tal vez no pueda volver con Mingi, pero podría demostrarle que con Jeong Yunho no se jugaba.
Con ese último pensamiento, después de días, trato de levantarse de su cama. Con lentitud, logró pararse y después de que el mareo pasó, camino hasta su baño para darse una ducha.
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Addicted (En Pausa)
FanfictionDesde la primera vez que se vieron, los dos supieron que había alguna conexión entre ellos, algo especial que los unía. Sin embargo, no siempre se trata de una historia de amor de ensueños, y eso es lo que Yunho y Mingi van a descubrir. Contiene tem...