Addicted (En Pausa)

XXVII

Si había algo que a Mingi lo ponía de muy mal humor eran los bares como ese, llenos de gente, música que aturdía y las luces que parecían dejarte ciego.

¿Cómo es que a San se le había ocurrido ir a un bar como ése? Era prácticamente imposible hablar.

No tenía ganas de estar allí y menos esperando a su hermano. Hubiera preferido que vaya a su departamento y no tener que estar aguantando ese pequeño dolor de cabeza que le estaba dando ese ambiente.

Tampoco ayudaba el hecho de que se encontraba allí para hablar con la persona que Mingi culpaba de todos sus males. San no era grato para él de ningún modo, incluso, sentía rechazo y no podía evitarlo.

Jongho solía decirle que se trataba de celos pero Mingi sabía muy bien que iba más allá de eso. Su madre lo había dejado por su culpa, por querer protegerlo y escapar con su amante, el padre de San.

Mingi se había quedado con su padre por culpa suya, aguantando una niñez horrible mientras San tenía todo lo que un chico puede querer.

Mingi había crecido prácticamente sin nada y eso no podía olvidarlo.

Definitivamente, San era el recuerdo vivo de todo lo que pudo tener y no tuvo.

Se había prometido que nunca más volvería a verlo, pero, al parecer, al destino le gustaba contradecirlo todo el tiempo.

Tampoco ayudaba el hecho de que Jongho, la persona que supuestamente quería lo mejor para él, se le ocurra ideas que solo lo perjudicaban. Parecía dispuesto a hacer de su vida mas difícil.

En ese momento, lo que menos necesitaba era ver a San y remover todo esos oscuros sentimientos. Se encontraba demasiado angustiado por la separación con Yunho como para agregarle su reencuentro con su hermano. Sería demasiado para él.

Sin embargo, no tenía mas opciones. Si estaba ahí, era por Yunho y solo por eso aceptaría hablar con quien sea, incluso con la persona que le arrebato todo.

_ Mingi ¿Me podes mirar?_ Jongho pidió a su lado.

Lo cierto era que, desde que se enteró de la traición de Jongho, se había dedicado a ignorarlo. Era injusto de su parte, lo sabía, pero no podia hacer otra cosa sabiendo que su mejor amigo tramaba cosas a su espalda y con nada más ni nada menos que San.

_ Está bien, enojate conmigo. Pero tenés que saber que yo siempre pienso en tu bienestar_ Jongho dijo resignado_ Nunca haría algo que te perjudique_

Mingi solo se quedó callado mirando hacia la mesa con tragos que habían pedido.

_ Si es así, entonces es mejor que te deje solo para hablar con San_ Jongho dijo parándose.

Ahí Mingi lo miró y lo detuvo agarrándolo del brazo.

_ No, quédate_ Le pidió_ No quiero estar a solas con él, no sé de qué soy capaz de hacer_

Jongho tomó asiento otra vez.

_ Entonces, deja de ignorarme_ Dijo afligido_ No me gusta que estemos peleados_

Mingi suspiró.

_ Es que no puedo creer que lo hayas llamado cuando bien sabes que lo odio_ Mingi dijo molesto.

_ Es tu hermano, Mingi, es alguien que también sufrió _ Jongho dijo con paciencia_ Debes enfrentar ese rencor que sentí por él_

Mingi lo miró.

_ No se trata de rencor. Es la persona que me alejó de mi madre ¿Cómo podes pretender que me olvide de eso?_ Mingi preguntó.