Artículo 6: Si ves a un patán disfrazado de príncipe, corre para el otro lado sin mirar atrás.
Leah
El agotamiento era real y luego de pasar unas 24 horas magnificas con el chico del bar, era hora de volver a la realidad. Si, a esa que incluía la miradita picarona de Caroline y las llamadas persistentes de Hunter.
Hunter
Mándame tu ubicación en este instante. La zorra de tu amiga te está cubriendo la espalda, pero a mí nadie me ve la cara de estúpido.Ese era el mensaje número 40 de Hunter, eso sin contar las 30 llamadas perdidas que tenía del mismo número.
Los primeros mensajes fueron más amorosos, pero poco a poco se mostró mucho más agresivo, tanto que llegué a plantearme si su actitud era un mero espejismo o en realidad estaba mostrándome su verdadera cara.
Leah
Tenemos que hablar.
(Mensaje no leído)Es lo único que le respondo. Ya tuve suficiente.
No iba a permitir que Hunter me arruinara la felicidad que sentía. Además, le había sido infiel y no podía seguir con él. No con esta mentira de por medio.Llamo al celular de Hunter, pero no hay respuesta. Insisto alrededor de 3 veces, pero sigue mandándome a buzón de mensaje.
Insisto con otro número, busco en mis contactos el número del padre de Hunter y aprieto llamar.
— Buenos días, Leah. —contesta luego del segundo tono—. ¿Está todo bien?
— Jamie, te llamaba para preguntar por Hunter. No me contesta las llamadas. —escucho su silencio en la línea—.
— Hasta que por fin recuerdas que mi hijo existe. —responde, con un claro tono sarcástico—. No te responde porque está trabajando, Leah.
— Creí que tenía turno de noche...
— Pues, te equivocaste. —dice, antes de cortar—.
Jamie Williams, la amabilidad hecha persona.
No, estoy segura que no me equivoqué. Hunter tenía turnos nocturnos, por lo que debió desocuparse a las 6:00 a.m. y ya eran las 08:00 a.m.
Me dirijo al hospital al que está haciendo su internado, dispuesta a terminar con todo. No puedo seguir con este atisbo de culpa marcado en mi pecho.
Hablaremos, lo llevaré a tomar un café y en un lugar público le diré mis razones para terminar la relación.No me atrevía a hacerlo en privado.
Vuelvo a poner en ruta a mí automóvil, con la velocidad adecuada y una sonrisa en mis labios. Sigo vestida con la ropa que me proporcionó Walter, el asistente de Chris, pero no me importa. Nunca me había sentido con más confianza.
Aparco en la zona de estacionamientos y bajo con suma propiedad, así avanzo hasta la entrada del hospital.
— Buenos días, busco al doctor Williams. —me dirijo a la señorita que se encuentra en el mesón principal—.
— El doctor Williams... Su turno terminó, pero no lo ví salir. —dice, con cierta duda—. ¿Quién lo busca?
— Soy Leah Banner, su novia. —digo, sintiéndome como una traidora por seguir ocupando el título—.
— ¿Novia? —la señorita frunce el ceño—.
— Si, ¿sabes dónde lo puedo encontrar?
— Si, claro que sí. —sonríe, pero puedo notar la duda en sus ojos—. Piso 4, pasillo de pediatría. Debe estar descansando en la habitación de internos.
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Que la ley nos ampare | Tom Hiddleston [LIBRO 1] ✓ (En Edición).
Fanfiction(Libro 1) Porque a veces es probable que el desconocido al que le entregaste tu virginidad, se termine convirtiendo en tu jefe. ¿Qué pasaría si una noche decides darle tu virginidad al primer extraño que encontraste en un bar recóndito de la ciudad...