4. La atracción es más fuerte🔞.

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Artículo 4: Si vas a pasar la noche con un desconocido debes asegurarte que:
1) No sea tu nuevo jefe.
2) No sea el socio de tu padre.
3) No esté casado.
Ninguna de estas puede ser omitida y si así fuera el caso, las personas implicadas deben lidiar con las consecuencias. 

Leah

Soy una maldita mentirosa.

Dios, que diría mi mamá si me escuchara mentir de esta manera.
Probablemente me reclamaría que no lo hice bien, pero después celebraría porque fue por un bien mayor.

Es que, estaba usando el nombre de mi mejor amiga ¡MI MEJOR AMIGA! y me estaba comportando como ella o peor que ella. Por lo menos su amorío era su profesor, en cambio yo, me estaba besando y rozando con un hombre que ni siquiera conocía.

Hasta le canté una canción. MI CANCIÓN FAVORITA.

Esto me pasa por tener solamente un novio en mi vida, por ser siempre la niñita perfecta y por no saber relacionarme con otros hombres que no sean mis amigos y mi papá.

Me soltaron la correa y me convertí en un perro que es libre.

Y lo peor... lo peor es que me encantó...

Obvio que me encantó, si nunca nadie me había hecho sentir tan deseada, sexy y hermosa como me estaba haciendo sentir él. 

Seguimos sentados en la barra del bar, su rodilla roza mi muslo y mira constantemente de reojo al bartender. Hasta parece que es primera vez que hace algo así.

Pienso en que decirle. Ni siquiera sé como seguir en lo que estábamos, y es que siempre fui muy mala para iniciar conversaciones. Dios... ¿Qué haría Caroline en este momento? Probablemente tomaría la iniciativa.

¡Leah deja de ser tan tímida y vive la vida! Deja que la Leah del futuro se encargue de las consecuencias. 

Las palabras de mi amiga vienen a mi mente para responder todas mis dudas. Sé que esto es una señal, así que me propongo actuar como Caroline, ya que el hombre piensa que así me llamo. Sé que es suplantación de identidad, pero mi amiga no lo sabe, porque odia todo lo relacionado a la jurisdicción.
Punto a favor.

— ¿En que estábamos? —pregunta, tocando mi muslo tímidamente—.

— Oh, estábamos cantando... Luego te saqué una foto que guardaré como recuerdo... Y luego. —me quedo en silencio porque si me da vergüenza iniciar el coqueteo—.

— Luego puse mis manos en tu cintura, te pegué a mi cuerpo y me besaste. —susurra en mi oído y suelto un jadeo ante la cercanía—.

— ¿Ah sí? Qué raro, pensé que tú me habías besado a mí. —juego. Yo lo besé a él y es que no sé qué ente se apodero de mí, pero solo lo hice—.

— Iba a hacerlo, pero te me adelantaste. —susurra nuevamente, dejando un beso en mi mejilla—. Chica Flash...

— Quizás tú eres muy lento. —digo bajito—.

— Si, pero ya no más. —suelta, acercando sus manos a mi cintura y pegándome a su asiento—.

Él está sentado y me tiene rodeada con sus brazos mientras yo estoy de pie. Es demasiado alto, así que sonrío al ver que puedo llegar al lugar que me gusta. Sus labios y sus ojos azules.

Acaricia mi espalda desnuda y pega su cara a mi cuello, siento como inhala y suelta la respiración, completamente sumergido en mí. Juega con sus dedos, que suben y bajan, acariciando lentamente y provocando pequeñas cosquillas que me provocan risa y placer. 

— ¿Vas a besarme o terminaré siendo más rápida que tú de nuevo? —indago entre risas—. 

Me toma por la nuca y me acerca a su boca, pegando nuestros labios. El beso es lento, pero apasionado. Su lengua deja todo a la imaginación y una de sus manos baja a mi cintura, pegándome más a su cuerpo.

Que la ley nos ampare | Tom Hiddleston [LIBRO 1] ✓ (En Edición).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora