12. Por el amor de ese nórdico🔞.

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Artículo 12: Los hermanos que salgan con personas que viven en la misma casa deberán repartirse los días para no encontrarse en situaciones que vale la pena prever. 

Leah

2 semanas después.

— Buenos días vikingo. – saludo al rubio que está en mi cocina preparando el desayuno.

— Buenos días cuñada. – me molesta. – ¿Sabes a dónde está mi hermano?

— Supongo que en su apartamento. – anoche no quiso quedarse y por alguna razón sospecho que entre los hermanitos se dividieron los días de la semana para no toparse. – ¿Por qué preguntas?

— Pensé que saldría en paños menores de tu habitación. – bromea.

— Él jamás haría eso, tiene respeto por mi y por esta casa. – mi amiga quien milagrosamente ya está vestida lo interrumpe desde su habitación. – Todavía no lo he visto en paños menores. Quien diría que Leah conocería a los hermanitos como Dios los trajo al mundo.

— ¡Caroline!

— Bueno, ya sabemos cual de los dos hermanos es el más promiscuo. – se acerca a la cocina y le deja un beso en los labios. – Este rubio sacado de comercial.

— Respeten mi horario de desayuno por favor. Suficiente tengo con todos los ruiditos que hacen en las noches.

— No hablemos de ruiditos Leah. – Caroline me mira con esa cara de sacar todas mis verdades vergonzosas y me callo al instante.

— Tranquila, me callo.

— Mierda, se nos hace tarde. Nos vemos en clases. – El vikingo vuelve a besar a mi amiga, me abraza rápidamente por los hombros y lo veo encaminarse a la salida con una tostada en la boca. – Adiós Leah. 

— Adiós vikingo.

— Esta mierda es horrible. – dice cuando el vikingo se pierde en el elevador. – Pasamos toda la noche juntos, pero tenemos que llegar a la universidad separados.

— Todo sería diferente si se tomaran la relación en serio.

— Aunque así lo hiciéramos... Las relaciones profesor y alumna están prohibidas. Deberías saberlo, se supone que estudiaste esta mierda.

— Pensé que dirías que lo sabía porque me acuesto con mi jefe quien prácticamente es como mi profesor. – me sincero.

— También.

— No lo sé Caroline. Tampoco queda mucho tiempo, en unos meses dejará de ser tu profesor y podrán oficializar todo.

— Oficializar... Dios, no sabía cuanto miedo le tenía a esa palabra, hasta que comencé a oírla más seguido.

— Caroline...

— Leah no es fácil... Nunca he tenido una relación seria en mi vida. Ni siquiera sé si sirvo para las relaciones formales. No sé si Chris se aburrirá de mis cambios de humor o de lo que podría brindarle. La monotonía aburre y cuando la relación es formal, la convivencia también. Además, mi cuerpo cambiará con el tiempo, para mejor o para peor.

— Hey. – rodeo el mesón de la cocina y la abrazo. – El vikingo te ama más que a nada. Si se le cae la baba cada vez que te ve. Créeme... Ese hombre no tiene ojos para nadie más.

— ¿Cuándo creciste tanto? – me abraza con más fuerza. – Hace algunas semanas estabas amarrada a una relación tóxica y ahora me aconsejas como toda una mujer. No pensé que te serviría el convivir con un hombre de edad avanzada.

Que la ley nos ampare | Tom Hiddleston [LIBRO 1] ✓ (En Edición).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora