Brook despertaba por inercia, su subconsciente parecía saber cuál era la hora de la madrugada exacta en la que ella tenía que estar poniéndose de pie y comenzar el día con la rutina que ya conocía.
Corría en sus pantuflas casi deslizándose hasta llegar a la habitación de sus padres, abría la puerta y encendía la luz.
—Mamá, son las cuatro— la llamaba y ella se sentaba, asintiendo para asegurarle que ya estaba despierta.
De nuevo corría, esta vez hasta la cocina, veía las opciones que tenía en la nevera—no eran muchas, lo que le recordaba que debía hacer la compra— y se estresaba, porque ir a la tienda significaba soportar los comentarios del hombre que atendía el lugar.
Su madre llegó a su lado y negó, enviándola a alistarse.
—Yo prepararé el desayuno para las dos esta vez.
Eso le daba mucho tiempo para poder esforzarse un poco más en su cabello, así que lo agradeció, pues Angeline Brooklyn Park no podía salir a las calles luciendo nefasta, no, ella se daba el gusto de esmerarse en lucir bien. La hacía feliz ocuparse de sí misma.
—Mamá... creo que iré a ver a papá en la noche, después de las nueve. Me quedaré con él hasta mañana, llevaré algunas de sus cosas.
—Puedes ir, pero no te preocupes en llevar nada, yo iré a verlo en unas horas y me quedaré con él toda la tarde, después de terminar de ayudar en la cocina— su madre trabajaba como cocinera en un restaurante poco alejado de casa— cuando termines de trabajar, ve directo al hospital.
Brook tenía todas las horas de la mañana ocupadas en la universidad, de esa manera podía terminar sus clases al mediodía y a la una de la tarde ir a la cafetería dónde trabajaba como mesera de una a cuatro, salía a su hora de descanso y regresaba a la labor hasta las siete y media que su turno acababa oficialmente, tomaba el bus y al hospital para pasar tanto tiempo como pudiese con su padre, charlaban mientras él veía la televisión y ella adelantaba trabajos de la universidad, de esa manera, no se acumulaban.
¿Amigos? No tenía, ni uno solo, a veces cruzaba palabras ocasionales con compañeros solo para agendar fechas de reunión para trabajos grupales y eso era todo, no importaba, no disponía el tiempo para amigos de todas maneras.
Luego de una ducha, cepillado de dientes, un conjunto de ropa cómodo y bonito, maquillaje y optar por el cabello lacio, se reunió en el comedor con su madre y antes de sentarse, pidió su opinión sobre su apariencia.
—¿Qué piensas?
Ella aplaudió después de mirarla bien.
—Te ves muy linda, cariño.
Entonces podía sentirse satisfecha, su mamá siempre era honesta y si algo de lo que traía no le gustaba, se lo haría saber sin rodeos pero de manera suave.
—Tengo un exámen— comenzó a contarle, como siempre, se ponían al día en el desayuno pues el resto del día era un embrollo para las dos— se supone que no representa mucho en la nota final, pero ese maestro siempre dice eso para darse cuenta de quién se relaja y no estudia, entonces, al final del semestre confiesa que ese exámen representaba la mitad del porcentaje de la materia.
—Eso es jugar sucio.
—Lo sé, me cae mal a veces.
—¿Y estudiaste?— afirmó con la cabeza, tomando un rollo de huevo y llevándoselo a la boca—Entonces no tienes de que preocuparte, lo harás bien.
—Espero que sí.
—Mm— tragó primero— el cheff habló con todos nosotros hace unos días, se me olvidó contarte, pero quiere organizar una cena de equipo, ya sabes que te dije que él es nuevo— sí, le había comentado— entonces eso sucede, parece que quiere familiarizarse con todos nosotros y me pareció un gesto amable viniendo de un hombre con trayectoria, un profesional.
Estuvo de acuerdo, pasándole la salsa de tomate que a ella le gustaba más.
—De hecho si es un buen gesto, los profesionales... bueno, las personas importantes en general, no tienden a interesarse en el personal que los ayuda. Entonces es un buen jefe, deberías ir.
No parecía muy segura.
—La verdad es que sí tengo ganas de pasar un tiempo con mis compañeras, Haara me dijo lo mismo, que debería ir, ella también estará presente.
—Hazle caso, necesitas despejarte un poco.
Chasqueó la lengua, dándole la razón, asintió decidida.
—Si iré, seguro será divertido. Se lo comentaré a tu papá cuando lo vea hoy.
—Estoy segura de que te dirá lo mismo, que vayas y disfrutes porque lo mereces y necesitas.
—Vale, supongo que tomarás el autobús esta vez.
Algo que no le habían dicho a su padre era que habían vendido la moto porque estaban necesitando un dinero extra y sabían que él probablemente se molestaría mucho si se enteraba, querían evitarle dolores de cabeza.
—De hecho, creo que Jinyoung pasará por mí en la parada, estábamos hablando sobre un trabajo y quedamos en que intentaría pasar a buscarme para ir directo a la biblioteca de la ciudad a buscar los libros, entonces de paso me llevará a la universidad.
—Está bien, ah, Brook. Te prometo que en cuanto la situación mejore, buscaremos un auto para transportarnos, no me gusta que estemos tan alejadas de todo, pero mudarnos no es una opción.
Brook sentía que mudarse era mejor opción, pero no discutiría con su madre al respecto, ella sabía que era mejor para ambas.
ESTÁS LEYENDO
MY FIGHTER❝ jjk
Fanfiction❝Ya me dí cuenta de que no vas a rendirte conmigo y eso no me pasa tan seguido❞ ➤PORTADA HERMOSA DE @OHMYJOOON. ➤NO ACEPTO COPIAS O ADAPTACIONES.