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Su mamá le insistió muchas veces que no dejara que lo sucedido, afectara su rutina de siempre y que tuviese muy en cuenta que ya empezaba su último semestre, así que podría salir más seguido, sin saber que a Brook le habían dado la oportunidad de ...

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Su mamá le insistió muchas veces que no dejara que lo sucedido, afectara su rutina de siempre y que tuviese muy en cuenta que ya empezaba su último semestre, así que podría salir más seguido, sin saber que a Brook le habían dado la oportunidad de hacer dicho semestre online, solo debía asistir algunos días a clase de manera presencial.

No quería salir de la casa, de su cuarto. Sentía que tenía el derecho de sentirse miserable por algún tiempo.

Pasaban los días, semanas, sólo se sentía capaz de llorar cuando Jungkook la visitaba y le decía que estaba bien, que ella podía pasar ese duelo como quisiera y que nadie podía juzgarla por no querer salir, entonces su rutina cambió, estudiaba en casa, dejó el trabajo, tenía suerte de no necesitar dinero pues tenía una buena cantidad ahorrado que solo tocaba en caso de necesitarlo, entonces iba a la tienda si tenía qué, preparaba de comer en grandes cantidades para distraerse y su excusa era que le guardaba a Jungkook y a Jinhu, también a su madre cuando llegaba de trabajar.

Jungkook la llamaba preguntándole si podía ir y recoger a Jinhu de la escuela, sabía que solo lo hacía para obligarla a salir de vez en cuando, sabía que él ya había comenzado a entrenar nuevamente y lo felicitó, de verdad se había alegrado mucho por esa noticia, así que, a pesar de su ánimo tan nefasto, decidió apoyarlo, él la había apoyado en todo ese tiempo horrible sin su padre.

Todavía dolía y parecía que dolería toda la vida.

—¿Jungkook?— le había contestado de inmediato, sonrió por eso, estaba esperando a que ella lo llamara— ¿Qué hacías?

—Angel. Estaba vistiendo a Jinhu para salir al gimnasio, aunque todavía tenemos tiempo, pero quería llevarlo a almorzar.

Se observó en el espejo, tenía que ir a retocarse las raíces, su color natural en el cabello estaba haciendo presencia.

—¿No quieres venir? Preparé mucho almuerzo... hice galletas para Jinhu. Puedes llevar al gimnasio.

—¿Si? A Jinhu le encanta la idea.

Abrió el armario, no se vestía bonito y maquillaba hace semanas, no quería que su novio y el niño la siguieran viendo de esa manera.

—Hice té helado, preparé muchas cosas que te gustan. Tienes que alimentarte muy bien ahora que vas a comenzar de nuevo.

—Llegaremos en unos minutos, todo suena rico.

—Los espero aquí.

Cuando colgó, se apuró a elegir algo, maquillaje sencillo pero que ocultara por completo sus ojeras, sus ojos ya no estaban tan hinchados y luego arregló un poco el desastre que era su habitación, libros y papeles por todas partes. Estudiaría un poco luego de medianoche para refrescar sus conocimientos.

Ya había apartado parte de lo que había preparado, para su mamá, lo más probable es que llegaría demasiado cansada, así que se ocupó de eso.

De uno de sus cuadernos cayó una fotografía, era la que usualmente se robaba del álbum familiar y llevaba consigo a todas partes, la tomó y sonrió un poco, recordando ese día, los tres habían ido de pesca y fue muy divertido porque ninguno sabía pescar, su padre se rindió, así que prefirió ir a comer pescado frito al hotel.

La regresaría al álbum, así qué, fue hasta la habitación de sus padres y buscó entre todas las cosas el mencionado, encontrandolo bajo todas las cintas de vídeo de las peleas grabadas que su padre veía cientos de veces con ella. Amplió la mirada, allí estaban muchas de las peleas del padre de Jungkook, él seguro las querría.

Tomó cada una, corrió de nuevo a su habitación y las dejó sobre su cama antes de ir a atender la puerta. Tropezó por ir tan rápido.

—¿Oh?— dijo, Brook sonrió y negó, ya sabía lo que diría— ¿Por qué tan preciosa?

Jinhu también sonrió, estirando los brazos para ser cargado por ella, no traía el mono, le pareció extraño, pero entonces le dijo que el peluche estaba en el auto. Entraron.

—Anye bonita hoy.

—¿Verdad que sí? Otra vez es puros colores pastel.

—Bueno, tenía que verme bien esta vez— dijo— ya eran muchos días luciendo fea.

Jinhu negó, abrazándose a su cuello.

—Anye bonita siempre.

Seguía muy sensible, esas palabras por poco y me sacaban lágrimas, pero de felicidad.

Seguía muy sensible, esas palabras por poco y me sacaban lágrimas, pero de felicidad

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MY FIGHTER❝ jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora