MY FIGHTER❝ jjk

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Un nuevo día y Brook se había ofrecido a cuidar a Jinhu mientras Jungkook iba a realizar el papeleo para una nueva escuela, además de reunirse con los abogados en busca de respuestas.

Jinhu coloreaba y veía la televisión, ya había desayunado, no quería bañarse todavía, así que no le obligaría a ello.

Mami✨

Vino tu compañero, le entregué los libros como me dijiste y preguntó cómo estabas, muy educado él.

Tengo buenas noticias, parece que pronto podremos visitar a tu padre, te mantendré al tanto.

Eso definitivamente era bueno, por lo menos. Levantó la mirada, Jinhu acomodaba al mono sobre la mesa, viendo a la televisión y regresaba a lo suyo.

—Jinhu— le llamó— ¿Te gusta la nueva escuela? Tu papá ya nos habló de ella, pero no nos dijiste qué te pareció.

—Gusta. Amigos.

—Eso es lo más importante, podrás tener amigos.

A primera vista, parecía que a Jinhu no me importaba que su mamá no estuviera, pues eso solo significaba que tenía que estar con su papá lo cuál era lo que quería desde el principio.

Se preguntaba si le dolería llegar a entender que ella lo había abandonado a su suerte, porque Jungkook era un gran hombre y padre, pero si fuese todo lo contrario, el escenario sería tan desastroso.

Bajó de la silla apenas escuchó la puerta abrirse, Jungkook entró casi corriendo y le levantó con un solo brazo, el restante estaba ocupado.

—¿Por qué no te has bañado? Corre, a bañarse, que tienes tiempo para ir a la escuela.

Se removió en sus brazos y bajó, se fue corriendo a su habitación para bañarse.

—Te ves cansado.

—Lo estoy, hubo un ligero cambio de planes, la esposa de mi representante me dijo que ellos tenían a sus hijos en una escuela muy buena, son de la misma edad de Jinhu, no lo pensé demasiado y conduje hasta aquí mientras escuchaba sobre la escuela, irá hoy, si le gusta, allí se quedará.

—¡Eso es bueno! Entonces- —se detuvo, lo miró— ¿Por qué te encontraste con tu representante?

—Cosas de la vida.

—Jungkook.

—Iré a vestir a Jinhu.

—¿Puedo mono?

La que parece ser la nueva maestra que aceptó el repentino ingreso de Jinhu, asiente, haciéndose a un lado para dejarlo pasar. Él sólo sacude las manos, despidiéndose de Jungkook y Brook, entrando como si nada mientras su padre se muerde el pulgar más nervioso que nunca.

Escuchan entonces las indicaciones de la maestra, a qué hora podían pasar por él, lo que harían, como entretenían a los niños, los juegos, tareas, el equipo de maestras— lo que le tranquilizó— su alimentación y otras cosas importantes a saber.

Ahora, ambos caminaban de regreso al auto, Jungkook girándose cada tanto debido a los nervios y Brook leyendo la hoja con el plan de estudios más detallado que la maestra le había entregado, dándose cuenta de que lo que hacían la mayor parte del tiempo eran cosas que de verdad se adecuaban a un niño de la edad de Jinhu, entonces estaba confiada en que la disfrutaría mucho más.

—Lo que si es bastante nuevo para mí, es la cantidad de cosas que piden. Materiales de dibujo... siete lápices de distintos tipos, no lo sé, tal vez soy solo yo, que me he acostumbrado a llevar un lapicero a la universidad procurando que no se me pierda en todo el día.

—Bueno, Angel, los hijos son jodidamente costosos— subieron al auto— no han llegado al mundo todavía y ya te gastaste unos buenos billetes en el médico y en la sola preparación para recibirlos. Son muchas cosas inesperadamente caras.

—Otra razón para no tener uno.

—¿Por qué?— pucherea— ¿Qué tal y terminamos casados? Ya viste a Jinhu, me salió muy bonito, le pondré el mismo esfuerzo al segundo.

Brook se cubrió el rostro con la hoja, riendo en silencio, como le gustaría ser igual de desvergonzada, solo decir las cosas sin más.

—Estás loco.

—¿Qué? ¿Muy pronto para plantear la posibilidad?

—Lo es, pero está bien, no me molesta—parpadeó sorprendida por lo que diría— de hecho, me pareció muy lindo, empiezas a ganar más puntos, sigue así.

—Me gusta imaginar cómo podría ser mi vida a futuro cuando estoy con alguien— le confesó— me tomo muy enserio mis relaciones, por eso trato de incluir a la persona en cuestión en todos mis planes, incluso si terminamos rompiendo en algún momento.

—Oye, no pienses en que podríamos romper.

—No lo hago, pero podría pasar.

—Cállate, no arruines mi momento honeymoon. Pensemos como los adolescentes.

—¿Los que juran estar juntos por siempre?

—Ajá, eso debemos hacer.

Aceptó, sonriendo divertido.

—Hagamos eso, entonces.