MY FIGHTER❝ jjk

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—Solo debes dar la misma cantidad de amor que te dan a tí— fue lo que Jinyoung le dijo, terminando su almuerzo de un bocado— nunca des más, tampoco hay que dar menos.

—Tiene razón— Youngjae coincidió con el mayor, se había unido a ellos en la mesa de la cafetería hace poco— suelen ser las mujeres quien más entregan en una relación y muchos hombres, las dan por aseguradas, aunque se aburran de ellas, saben que no serán dejados, entonces buscarán a alguien más que les regrese la emoción que perdieron, pero llegarán a casa sonriendo y la comida servida esperándolos.

—Eso suena horrible.

—Pero es cierto— Yugyeom abrió el tercer empaque de papitas fritas, terminaría con indigestión— es horrible, pero es una realidad muy común.

Brook tenía clases presenciales ese día y Jinyoung le había preguntado si deseaba que pasase por ella, aceptó porque hace un buen rato que no compartía con el mayor y sus amigos que se habían sumado a ambos, era un entorno agradable.

—¿Jinyoung ya conoció a tu novio, Brook?— asintió, ya lo había visto al menos dos veces.

—Y siento que lo he visto en algún lado— empezó, mordió sus labios para no reír— lo juro, se me hace conocido, pero no recuerdo haberme encontrado con él antes de Brook.

—Tal vez es youtuber— carcajeó, negando, Youngjae sonrió curioso— enséñanos una fotografía suya, es imposible que no tengas fotos de tu novio.

Si tenía, un montón, de él solo, ellos juntos, con Jinhu. Buscó una solo de él, dejándolos observar.

Los tres entrecerraron los ojos al mismo tiempo, viéndose entre ellos.

—Una cosa si está clara— dijo Yugyeom— está fuerte.

—Es bombero.

—Uh, el entrenamiento de los bomberos es algo exigente, por eso se ve tan musculoso, pero no de manera exagerada— pasó la foto, enseñando una de ellos dos— ¿De dónde lo habremos visto? También se me hace conocido, por alguna razón.

—A mí no tanto— dijo Youngjae.

Jackson llegó, uniéndose a ellos y casi bailando de felicidad porque iba a almorzar al fin. Yugyeom tomó el teléfono, colocando de nuevo la foto para enseñársela a él.

—¿Se te hace conocido?

Acercó la vista al teléfono, asintiendo con obviedad.

—Jeon. Boxeador, peleador prodigio retirado demasiado pronto, ese tipo era El tipo, su padre también fue una leyenda del boxeo, hizo de su entrenador junto a otro hombre que también fue peleador estrella— masticó—sigo sin saber por qué se retiró, lo extraño, nadie lo ha visto, solo algunas personas se lo encuentran por ahí y le toman fotos contándonos a todos que sigue vivo.

Eructó, se disculpó con Brook de inmediato. Los chicos la miraron un poco atónitos.

—¿Tu novio es una celebridad retirada?— le regreso el teléfono— El colmo, Angeline Brooklyn, no nos contaste el chisme.

—No preguntaron.

—¡¿Eso se pregunta?!

—Siempre trato de ir en incógnito y de nada sirve— se quejó, haciéndola entrar con él a la estación— pasan los años y todavía hay personas que me recuerdan, lo que es lindo, pero aterrador al mismo tiempo.

—Eres difícil de olvidar.

Ese día, Jungkook había tenido el doble de trabajo en la estación y era la razón por la que no había podido salir a almorzar a la hora de siempre, le contó que le pidió a Seokjin recoger a Jinhu de la escuela y lo más probable es que esté durmiendo con sus hijos luego de jugar un rato.

Brook, como ya acostumbraba, preparó mucha comida y empacó para él, no podía quedarse mucho, solo se había acercado a darle el almuerzo y saludarlo, conversar solo un poco para enterarse de como iba su día y es todo.

Se sentía aliviada porque los días pasaban muy rápido gracias a que siempre estaba ocupada, eso no la dejaba pensar y entre menos se quedara en el limbo de sus pensamientos, mucho mejor para su salud mental y corazón.

Entonces su novio suspiró.

—Tengo que decirte algo.

—Ay, no. El tono de tragedia otra vez.

Sonrió.

—Tengo que estar en Seúl antes de que acabe el año—confesó— me refiero a que tengo que instalarme allí, colegio para Jinhu, papeles listos... Taehyung también va a trasladarse al gimnasio en Seúl y si él viene, Seokjin igual, lo que implica que él se mueva con su esposa y los niños.

—Vaya, estarás ocupado, eh.

—Eso no me dice mucho sobre qué piensas. Tampoco sé si tus planes de irte a Seúl siguen en pie.

—Tengo que graduarme primero.

—Te gradúas en tres meses y poco más.

Se encogió de hombros.

—Hablemos de esto en la noche.

—¿Vendrás a casa?— asintió— Bien.