MY FIGHTER❝ jjk

|28|

—Oye, preciosa— Brook se quedó pasmada en su lugar— ¿Cómo te llamas?

Salió corriendo, alcanzando a Jungkook quien ya iba a buscarla para irse, acababa de llevar a Jinhu al auto de Seokjin.

—Solo te dejé un minuto— le dijo, viéndola reírse— un minuto y ya estás escapando de un sujeto.

Abandonaron el gimnasio, despidiéndose de Taehyung con un simple agite de manos.

—Es que, se acercó de manera muy creepy.

—Tenías que picarle los ojos por atrevido— dijo, abrazó su cintura— tengo que enseñarte a pelear, Angel.

—No, mejor me defiendes tú.

—Floja. Bien, dime qué quieres comer, todavía es temprano para irnos a casa— suspiró, abriendo la puerta para ella y luego rodeando el auto hasta el asiento del conductor—ya me acostumbré a abrirte la puerta, me pregunto que sigue.

—Tal vez podrías dejar de llamarme rubia y usar algo más lindo como... no sé. Mi amor, cielo, cariño.

Bufó.

—Angel, tu apodo para mí es fighter.

—¿Y no está lindo? Suena sensual.

—¿Y dónde está lo sensual en los apodos que todo el mundo usa? Te seguiré llamando Angel. Angeline cuando me enoje y Brooklyn cuando esté en un modo más serio, o Park, en su defecto.

—Te odio— le miró mal— vamos por comida japonesa.

—Como pida mi reina.

Sonrió un poco.

Brook le hablaba a Jungkook sobre los eventos inevitables a futuro, él le prestaba atención y esperaba el momento en que acabase para dar su opinión al respecto.

—Creo que es una buena idea— dijo— mudarse a la capital es buena idea si tienes una base sólida y estás seguro de lo que vas a hacer allí, es una buena oportunidad para tu madre.

—Lo es— sonrió— mamá es una cocinera excelente y buena líder, en el restaurante, cuando el chef no está, siempre la deja a cargo y sé que no lo ha decepcionado, mamá es muy comprometida con su trabajo, solo estamos esperando a mi graduación.

Y a una mejora de su padre.

—Disculpa, pero no falta mucho para que te gradúes— la miró mal— ¿Cuando pensabas decirle a tu novio que lo vas a abandonar?

—No voy a abandonarte, tonto.

Se rió.

—Sé que no, de todas maneras... si vuelvo al boxeo, tengo que volver a Seúl— no parecía muy feliz con eso— amo Busan, mucho, pero estoy aquí solo por Jinhu y porque se suponía que iba a encargarme de la sede del gimnasio de aquí, pero al final le dejé ese trabajo a los chicos.

—¿El gimnasio principal es de Seúl?

—Sí, hay dos. Donde entrenan todos, como este y uno privado— levantó una mano, sacudiendola con pereza— exclusivo para tu novio, debe necesitar mantenimiento luego de tanto tiempo sin usarse.

Sonrió con tristeza, tomó su rostro y se adhirió más a él, si es que era posible. Luego de haber comido y dado un paseo largo, habían llegado a casa directamente al sofá. La televisión de fondo mientras ellos se centraban en el otro.

—Tu padre consentía mucho a su estrella, eh.

—Siempre admitió que yo era su favorito entre todos los peleadores que poseía— rió— y técnicamente fui su mina de oro, así que intentaba bajarme las nubes si se lo pedía. Eso sí, me decía que si la fama se me subía a la cabeza, me regresaba a la realidad de un golpe, y funcionaba. Volver a Seúl sería lo indicado, arrastré a muchas personas conmigo cuando me retiré, no es justo con ellos.

—No creo que hayas obligado a nadie a seguirte hasta aquí, si lo hicieron, fue decisión de ellos, porque te apoyan y aprecian— le besó— si vas a regresar al boxeo, que sea porque realmente quieres y estás listo para ello, no porque creas que tienes la responsabilidad de hacerlo.

Asintió, atrayendola para continuar el beso, su izquierda alcanzó el mando de la televisión y la apagó, ninguno estaba prestando atención a lo que sucedía en pantalla, solo estaban aprovechando el tiempo que tenían para ellos solos, lo que los rodeaba era irrelevante.

Hacía frío, pero ellos no lo sentían en absoluto, al menos no encerrados en los brazos del otro. Era muy reconfortante, para nada incómodo y quizás demasiado placentero.