MY FIGHTER❝ jjk

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—¡Señora Park!— gritó apenas entró—¡Su hija ya es mi novia!

—¡Jungkook!

Jinhu se empezó a reír y la madre de Brook igual, llegando con ellos al pasillo de entrada, sorprendiendose notoriamente al ver al pequeño en brazos de Jungkook.

—¿Es tu hijo?

—Si, este es mi niño— sonrió orgulloso— hijo, ella es la mamá de Angel.

Brook ya le había avisado a su madre, así que no presentaba problemas la presencia de Jinhu en casa, también estaba el hecho de que Jungkook, como el buen amigo que se había vuelto de la señora Park, le había contado sobre la existencia del menor porque no quería malentendidos respecto a su relación con Brook.

—Estaba preparando hotcakes, así que me llevaré a este hombrecito— le ofreció su mano, él miró a su papá para recibir aprobación y solo así, la tomó— puedes despedirte de tu novia, Jungkook.

—Claro, gracias, suegra.

Brook se avergonzó y su madre solo se echó a reír, contagiando a Jinhu. Apenas los perdieron de vista, ella le golpeó en el pecho.

—Amaneciste muy chistoso.

—No me regañes y mejor acompáñame al auto. Mi jefe debe estar deseando despedirme— dijo, aunque no sonaba realmente preocupado— no lo hará porque soy el mejor, pero aún así, a Namjoon hay que temerle.

—¿Lo conozco?

—Es el sujeto que te atendió cuando fuiste a buscarme. El que te dio mi número.

—El moreno de dos metros.

—Mira tú, le analizaste. 

Subieron al auto, solo serían unos minutos.

—Tenía que hacer otra cosa además de insistir por tu atención, los bomberos son lindos.

—Más te vale no volver a pisar la estación en tu vida— se inclinó, besó sus labios de forma rápida— prometo llevarte a cenar pronto, mi primer momento de libertad y vendré a buscarte.

Volvió a besarle, tomándose su tiempo en esa ocasión, era la primera vez que tenían algo a lo que podían llamar un beso, sus ojos cerrados, sus labios moviéndose y conociendo el sabor del otro, era emocionante para Brook quien no pensó que tendría algo realmente serio en su vida.

Apretó la mano que permanecía en su mejilla cuando se separaron y le sonrió, contagiando esa sonrisa que Jungkook prometió llevarse con él al trabajo, al menos hasta el momento del almuerzo dónde podría darle una nueva para el resto del día.

—Anye— la llamó y señaló el mono de peluche que tenía detrás de ella en la cama—¿Puedo?

Así que ese llamó su atención, se lo entregó y sonrió notando sus ojitos llenos de impresión por lo peculiar del muñeco, era un mono con los extremidades muy largas.

—Mira— lo tomó para enseñarle cómo usarlo— puedes hacer que te abracé y no se va a caer, así.

Lo acomodó en su espalda, se sostenía de sus hombros y parecía que lo llevaba a caballito, enredo las patas en su cintura para que no le estorbara al caminar y Jinhu se emocionó tanto con el peluche, que se quedó horas con el a cuestas, jugando con su madre cada tanto y mostrándole lo bien que se veía con el mono.

Era uno de los tantos peluches que su padre le había regalado cuando era más pequeña, una niña.

—Ow, se ve tan feliz— asintió a su mamá— ver niños, me hace querer tener más niños, pero supongo que ya no me queda otra más que esperar nietos.

Brook parpadeó.

—Pues espera bastante, porque, a no ser que tengas otra hija escondida, no llegarán pronto.

—¿Crees que tu relación con Jungkook sea próspera? No quiero encariñarme con Jinhu en vano.

El pequeño se sentó en mitad de la sala, volviendo a sus crayolas para dibujar el carrito con la barbie que le había gustado mientras repetía que la muñeca se parecía a Brook.

—No lo sé, apenas estamos empezando. Técnicamente, nos hicimos novios ayer y bueno, hemos discutido bastante.

—Eso no es malo, más malo sería si no discutieran— le señaló— ya te dije que no sobrepienses las cosas innecesariamente. Yo creo que has conocido al hombre ideal, mi instinto de mamá me lo dice y lo mejor es que lo has encontrado tú a él, no al revés.

Brook no sabía si afirmar que Jungkook era el hombre de su vida, ella no era tan soñadora e intuitiva como su madre, pero si esperaba que fuese una buena relación, se trataba de su primer novio formal.

—Ya veremos, mami, ya veremos.

—Además, te ves muy bonita de madrastra.

—¡Mamá!— se quejó, con razón Jungkook se llevaba tan bien con ella—Jinhu, vamos a cambiarte, ya casi es hora de ir a almorzar.

—¿Con papá?— asintió, se colocó de pie enseguida— ¿Puedo mono?

Brook no tenía el corazón para dañar su buen ánimo y amor por el peluche.

—Claro que sí. ¿Te gusta mucho el mono?— asintió, siguiéndola hasta su habitación donde su mochila con el cambio de ropa estaba— Te lo regalo.

—¿Mono mío?

—Es tuyo, sé que lo vas a cuidar muy bien— sacudió la cabeza, prometiendo hacerlo— si te sientes solito, abrazalo mucho, piensa en un nombre que te guste para el mono.

Procedió a cambiarlo mientras escuchaba las opciones salir de boca de Jinhu, cada nombre más loco que el anterior.

—Monokoo.

Se rió, ingenioso.