Entre El Cielo y El Infierno [Temp. 1]

Capítulo 7: Una joya peligrosa (II)

Al arrodillarse frente a la joya, el jefe se dió cuenta que quedó a la altura de la entrepierna del castaño. Subió sus manos tomando la cadera de la joya y enterrando su rostro en la entrepierna de la joya.

- Ah.. Ah.. no tienes permitido tocarme porque eres un chico muy mal portado y tengo que corregirte - le sonrió gatuno, quitando sus manos de su cuerpo y caminando hacia colocarse detrás del jefe.

- Jajaja bombón, es que verte con ese traje, me enciendes ¿lo sabes, verdad? - le dijo mirando hacia atrás, sonriéndole al castaño.

- Esa es la idea jijiji, volverte loco y subirte la temperatura a niveles extravagantes - le dijo el castaño hablándole al oído mientras que sus manos esposaban las manos del jefe. Al asegurarse de que no podría soltarse, camino hasta quedar frente a él y modelo el traje que llevaba puesto.

- ¿En verdad te gusta? - preguntó coqueto.

- Uff.. claro que si.. - le dijo con la voz más cargada de deseo.

- Bien ahora.. voy a pensar bien en qué castigo debo proporcionarte - le dijo mirándolo desde arriba y caminando a su alrededor, al mismo tiempo que empezaba a recorrer su piel con el fuete que tenía en las manos, tanteando algunas zonas y dando unos golpecitos suaves que subían el lívido del hombre arrodillado y esposado.

- Castígame de la forma más pecaminosa que tengas en mente - le sugirió.

- Mmm claro que lo haré, y te va a encantar. Sabes, los hombres que están afuera, me miraban muy excitados - le dijo el castaño haciendo un mohín.

- Olvídate de ellos, tú has venido aquí para complacerme a mi - le dijo el jefe perdido en las sensaciones de los leves golpecitos que le daba el castaño con el fuete.

- Y eso haré.. - le dijo el castaño.

El juego de seducción del castaño empezó, haciendo que el jefe se perdiera en sus encantos. Fue cuestión de minutos, para que el jefe terminara corriéndose sin siquiera tocarse y ni siquiera tocar al castaño.

- Aaahhh aaahhh mmmfff debo ir.. al.. al baño.. aaahhh eso fue... joder... fue alucinante. Ya quiero probarte en la cama - le dijo.

El castaño río por lo bajo y al quedarse parado detrás del jefe, sacó una jeringa y se la planto en el cuello. En cuestión de segundos el jefe cayo al piso consciente de todo lo que ocurría a su alrededor pero con el cuerpo inmovilizado.

- Mmm así me gusta, quietecito y calladito - le guiño el ojo y camino hacia la laptop, saco unos guantes quirúrgicos escondidos dentro de su traje y empezó a manipular aquella laptop. Encontró información de primera mano y verídica, procedió a transferir toda la información al terabyte que conecto a este y al terminar, formateo la laptop y acto seguido camino hacia el balcón y ante la mirada llena de susto y casi gritando y suplicando que no lo hiciera, el castaño sonrío gatuno y lo lanzó mismo bumerang desde aquel piso.

- Definitivamente tu laptop terminó echa pure ahí abajo - río como un niño travieso.

- Gracias por la información - le sonrío mostrándole el disco duro en sus manos y guardando todo lo que trajo nuevamente en su bolso y abrigo. Le quito las esposas y también las guardo.

- Sabes eres un cerdo asqueroso, y jamás en tu vida vuelvas a ponerme una mano encima, porque, realmente... me dan asco los hombres como tú - le dijo el castaño muy cerca a su oído.

De pronto la puerta empezó a ser sacudida desde afuera y la voz de aquel hombre de seguridad llamando a su jefe.

- No me van a descubrir - el castaño se paró por sobre encima del jefe, tomando su cabeza con ambas manos y en un movimiento abrupto le volteó la cabeza partiéndole el cuello.

Tomo su bolso y se encamino hacia el balcón, apretó un botón oculto entre los adornos del bolso y del mango de la misma, se disparo un gancho hacia el techo enganchándose fuertemente, el castaño sin pensarlo saltó hacia el vacío sujeto a la cuera metálica que salía del compartimiento secreto dentro de su bolso.

Una vez llegó a tierra firme, camino quitándose los guantes quirúrgicos y botándolos en el tacho de basura más cercano, se subió al auto con una sonrisa complacida.

- Ya me estabas preocupando - el dijo el chofer.

- Ya tengo por lo que venimos aquí, es hora de irnos - sonrió el castaño.

- Donghae esa organización te buscará hasta por debajo de las piedras - le dijo el chofer.

- Esa es la idea Minhyuk, que me busquen y que solitos entren en la trampa, para quedar tras las rejas - le dijo serio el castaño.

- Aunque dudo que puedan buscarme - dijo sugerente.

- ¿De qué ha.. - Minhyuk no terminó de hablar cuando un estallido del piso 29 de aquel edificio se escuchó en toda la zona.

Sonidos de vidrios reventándose y cayendo al vacío se escucharon, gritos de las personas que pasaban por el lugar y un alboroto se creo alrededor.

Minhyuk vió a través del visor a Donghae y el sonrió.

- Sin dejar rastros ni huellas.. eres único jefe - le dijo Minhyuk.

- Lee Hyukjae irá quedando atrapado en mis redes, poco a poco.. le quite a su proveedor de armas, ahora le quitaré su valiosa Harmony - sonrió ladino mirando hacia la ventana.