No soy como ella (Volumen 2)

Un trocito

Muy pronto más 🙊🙊🙊🙊

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Efectivamente no fue tras ella, pero no fue por las razones que pensó.

Para Harry había sido una sorpresa encontrarla sin que ningún miembro de la servidumbre le avisara de su presencia, mas tenía el día libre por petición de su abuela que se había ido esa mañana a visitar una amiga vecina.

¿O había sido un espejismo?, se preguntó confuso. Más la imagen de la joven, de pie, y con el rostro adornado por el horror no era producto de su imaginación. ¡Sí, lo había mirado con pánico! Como si hubiera salido de sus pesadillas. Lo más lamentable no fue su reacción al verle, que realmente lo intrigó, sino porque no se había acordado de ella.

¿Por qué...?

Deslizó su mirada hacia las teclas; había dejado de tocar. Desde que se fue, no había vuelto reanudar la música que estaba tocando, preguntándose por qué no tuvo el mínimo gesto hacia ella.

Catherine Eastwood.

Sí, había estado tocando, asumido en sus aciagos pensamientos, regocijándose en el dolor, degustando el sabor de la traición de su esposa. Aunque podía haberla echado a los lobos cuando le preguntó su abuela por ella, por su ausencia, no lo hizo. Había inventado la excusa de que lady Chesterfield estaba visitando a su familia, también. Había tomado esos días para tenerlos con los familiares. En intimidad.

Vaya excusa.

Ahí había estado tocando hasta que notó su presencia. No supo el porqué porque no se enteró desde cuando había llegado. Solo que estaba ahí. Sencilla y llanamente la vio. Era ella. No había otra Catherine.

¿Por qué la había olvidado?

Una nota musical se oyó lejana como los recuerdos. Como cuando salía el sol después de la tormenta, le vino el recuerdo. El último momento que tuvo con su amiga.

Porque fueron amigos antes de casarse.

- ¿Te vas?

- Sí, verás... Caroline – no pensó que la había nombrado por su nombre de pila – y yo coincidimos en los mismos gustos. Estaré por un tiempo viajando por el mundo. No sé cuánto tiempo estaremos afuera. Cuando la conozcas, te caerá bien. Es espléndida, generosa y amable...

Nunca conoció a su esposa porque no fue a la iglesia, a la ceremonia o al festejo; sus padres alegaron que estaba enferma. Aunque se preocupó por ella, le envío una nota y ya no supo más de ella.

La había olvidado.

También, su amistad.

¿Qué había sido de Catherine Eastwood?

No había sido un buen amigo.