Espero que los acontecimientos no estén yendo muy apresurados.
Seguimos con otro capítulo más...
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Si creyó que con el trascurrir de las horas haría que el caballero en cuestión cambiara de parecer, erró por completo. Bien cierto fue que cuando llegó la hora de la cena, Harry no intentó acercársele, ni hablar del tema sacando cualquier otro, más inocente e intrascendente, que hiciera partícipe ya uno de sus familiares o a la joven, que intentó mantener la boca cerrada el mayor tiempo posible salvo cuando se dirigía directamente a ella. Todo parecía ser que la cena transcurría en perfecta normalidad. Casi en armonía y con la calidez que la familia los acompañaba.
Podía haber pensado que se había resignado o que, por fin, había aceptado que aquello no les llevaba a ninguna parte. No ahora cuando era demasiado tarde. Sin embargo, no fue así porque no se libró de su intensa mirada que la había acompañado durante la noche, haciéndole ser consciente de él, y del recuerdo compartido unas horas antes. Un recuerdo que la seguía torturando desde que salió del cuartucho y que había intentado desterrar convenciéndose de que era por la ausencia de Caroline y su traición que lo habían impulsado a besarla. Quizás, también su negativo lo había empujado a ello, también, como si se le planteara un reto. O desafío.
Se le encogieron las entrañas con pensarlo.
No quería ser un reto para él.
Más deseaba, por otra parte, que no fuera la única que había pensado en el beso, una y otra vez.
¡Contradictorio!
No comió mucho, jugando con las verduras que había en su plato. No tenía apetito. Gracias a Dios que nadie de los presentes se percató de ello. Parecía como una cría, mas no sabía cómo comportarse. Podía fingir. Claro que podía hacerlo, lo había hecho durante mucho tiempo. Excepto ahora que él sabía de su secreto.
De su amor no correspondido.
Sabía que aquella confesión podía haberle despertado lástima a Harry, y así, en consecuencia, estaba actuando de esa forma con ella. Quizás, con el querer de consolarla y no quería precisamente su consuelo. No quería su lástima.
No quería tener esperanzas.
Gracias a Dios que la cena no duró demasiado y pudieron separarse como era la costumbre. Pero eso no la salvó de sus propios pensamientos, ni de la urgencia de subir a su dormitorio y encerrarse, convirtiéndose en una cobarde. ¿Pero no lo era? ¿No era humano tener miedo por caer de nuevo?
No se acercó, ocasionándole alivio.
Y decepción.
¿Qué esperaba de Harry? Si él no era libre de Caroline, ni de palabra, ni de sentimientos por más que le hubiera dicho en esa tarde que no pensó en ella. Cualquier ilusión era una trampa mortal de la cual nadie la podría salvar. Ni siquiera ella misma.
No podía ocupar el hueco que había dejado Caroline por más que este seguía vacío.
****
Harry caminó de un lado para otro, intranquilo y nervioso.
Todos se habían dormido y todavía no tenía el sueño suficiente para subir y acostarse. No cuando pensaba en Catherine y quería saber la forma de derrumbar los muros que lo separaban de ella. No era para menos, él había sido el artífice de haber construido esos muros con la distancia de esos cinco años, de no haberle dado la oportunidad de escucharla, de cerrarle sin querer la puerta a un amor que había sustituido en ese momento por otro.
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No soy como ella (Volumen 2)
Ficción históricaA veces el azar caprichoso o el destino marcado desde que uno nace, no le da opción a elegir, siendo una marioneta de unas manos que desconoce. Sin embargo, el amor, nadie elegía de quien se enamoraba porque en el corazón nadie mandaba sobre él. L...