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▬▬▬▬▬▬ Sun hee puso su mano sobre su cabeza y la sobo el choque con el otro individuo había sido algo fuerte, sus ojos poco a poco comenzaron a enfocar a la persona que provocó el empujón, pero poco le agrado quien era, Yoo Gwi-nam, el perrito faldero de los matones, Sun Hee había tenido varios conflictos con él, incluso lo golpeó una vez, esto porque ya se conocían, pero poco se agradaba, el chico era atractivo, pero su repugnante pandilla quitaba todo eso.

—Que mierda —Se expresó Gwi-nam.

Sun hee se mostró neutra frente a él —Oye que no tienes ojos Gwi-nam —está se puso frente a él como si fueran a pelear, pero él también impuso su fuerza. —Humh, sabes que no tengo tiempo para esto.

Gwi-nam tomo su brazo al ver que esta intentaba irse, la miró por varios segundos quería asustarla, pero está se soltó bruscamente de él, eso lo hizo enojar así al ver que iba directo al baño la siguió despacio.

Sun hee sudaba frío y estaba algo temblorienta, pero no sé sentía mal al llegar al baño lavo su rostro y vio al espejo para luego suspirar. —Joder espero que no sea nada malo —Se dijo a sí misma, escucho el eco de la campaña de almuerzo sonar así que se dispondría a ir al comedor, pero al intentar salir fue empujada hacia un cubículo.

La pared estaba fría y las luces tiltilantes, el eco de sus respiraciones era lo único que se escuchaba en ese lugar, Gwi-nam la tenía retenida en espacio tan reducido con los brazos en la pared, este se acercó a escasos centímetros de ella, ninguno de los dos mostraban expresión alguna sobre el otro.

—¿Crees que me das miedo? —expresó Sun hee viendo a Gwi-nam a los ojos —Hazlo, no me importa, solo eres un... —sus palabras interrumpidas por ella misma quien al tener en cercanía a Gwi-nam podía sentir su olor era adictivo, interesante y delicioso, su corazón latía como un vaivén. —Luces solo Gwi-nam... —antes de terminar su frase comenzó a acercarse a él hasta llegar a su oído —Yo puedo arreglar eso —tomo la mano de Gwi-nam y la acercó a su pecho para decirle lo último que necesitaba antes de irse. —¿Escuchas eso?, si Gwi-nam es mi corazón que tiene un gusto culposo por ti, ahora por favor quítate. —

Simplemente, dejo al chico en shock o simplemente se quedó ahí pensando en lo que estaba pasando, Sun hee al fin se había liberado de él y su molestia se había ido, camino en busca de Nam-ra que no se encontraba en ningún lado, el último lugar donde la buscaría era el comedor.

Preguntó a varios alumnos, la cual la llevó al comedor y efectivamente estaba allí comiendo tranquilamente nuevamente con sus audífonos ignorando la existencia de muchos, antes de tomar asiento junto a su amiga fue por la bandeja de comida; — Oye Nam-ra —dijo Sun hee dándole un pequeño empujon a su amiga.

—Sun hee, ¿estás bien?, te fuiste de repente. —

—Oh, claro fui al baño y bueno me topé con Gwi-nam —ante sus nervios rasco su nuca algo avergonzada

—Claro, tu gusto culposo —su amiga sonrió, desde hace años sabía que Sun hee tenía un gusto por el brabucon del instituto, no la culpaba era raro que ella estuviera interesada por alguien. —Dime, ¿qué paso?

Sun hee dudo mucho si en contarle lo sucedido hace un par de minutos, peor decidió contarle las cosas, bueno a medias. —Le dije lo que sentía... Bueno a medias, fue raro. —las dos pegaron un chillido algo emocionadas, Sun hee sabía que Nam-ra odiaba a Gwi-nam como cualquier persona de instituto, era lindo de su parte que la comprendiera.

Las dos amigas continuaron conversando, pero Nam-ra nunca contó lo sucedido en clase, tal vez si ella hubiera hecho eso, Sun hee hubiera contactado al profesor Lee Byung-chan, pero nunca lo hizo y nunca se tocó ese tema, más que conversaciones de amigas, ahora un virus se aproximaba y la paciente cero ni se enteraba.

Al término del almuerzo de las dos, caminaron en dirección al aula, mientras eso hacían fueron interceptadas por Suhyeok quien al parecer quería hablar con Nam-ra. —Hola Suhyeok —

—Sun hee, sabes que es malo para Nam-ra que solo ande con esos audífonos

—Lo sabemos —Dijeron las dos al mismo tiempo, tan solo hubo un segundo de silencio incómodo, pero como mal tercia estaba Sun hee quien rápidamente entró en cuenta de la situación. —Suerte —le susurro a su amiga quien antes de irse le hizo una porra. Lo cual hizo que los dos sonrieran.

Por otra parte, el profesor Lee Byung-chan estaba en aprietos con la huida de su alumna, quien fue descubierta por la maestra de español, sabía que sí esta salía del instituto Hyosan High School mucha gente moriría, trato de contactar a Sun hee, peor era inútil no contestaba ningún mensaje, nada ahora estaba en la sala de profesores siendo arrestado por la policía —Deben tenerla en cuarentena —Hablo desesperado, pero nadie presentaba atención a sus palabras.
Su única salvación era Sun hee, ¿pero dónde carajos estaba ella, que para sí todo se sale de control?.

𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐎𝐟 𝐃𝐞𝐚𝐭𝐡│ᴀʟʟ ᴏғ ᴜs ᴀʀᴇ ᴅᴇᴀᴅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora