𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐎𝐟 𝐃𝐞𝐚𝐭𝐡│ᴀʟʟ ᴏғ ᴜs ᴀʀᴇ ᴅᴇᴀᴅ

O16

▬▬▬▬▬▬▬▬▬El hombre es por esencia miedoso, antes que malvado o, incluso, egoísta.
El miedo nos aproxima a la realidad por medio de una intuición, el miedo posee incluso al ser de voluntad fuerte.

Tener la presencia de una muerte causaría miedo a cualquier presente. El miedo te paraliza y te deja en un estado de shock.

La sangre carmesí se esparcía por el suelo y ropa de Gwi-nam, el hambre voraz lo había convertido monstruo incontrolable. Na-yeon se ahogaba en gritos de dolor y súplicas. ¿Cómo era posible que terminara de tal forma?, ¿Acaso era el karma?.

La pelinegra fue impregnada por el miedo, que la hizo tropezar. Sus pensamientos estaban completamente paralizados, lo único que hacía era mirar a Gwi-nam, quien al momento de su hambre ser saciada tiro el cuerpo de Na-yeon.

La tétrica sonrisa ensangrentada de Gwi-nam veía a Sun hee. Al momento de tener contacto con la sangre, Gwi-nam era otro, sin razonamiento, ni pensamientos, Sun hee se veía apetitosa para el chico en todos los aspectos.

Sus pasos eran cortos, lo que eso le dio tiempo a Sun hee de reaccionar ante la situación. Ella se arrastró hasta ponerse en pie y comenzar a correr huyendo de Gwi-nam. Él le siguió el paso cuando vio las intenciones de huir de él. La deseaba tanto, como un depredador que quiere a su presa.

Gwi-nam comenzó a acelerar sus pasos hasta comenzar a correr tras Sun hee, quien aterrorizada corría sin rumbo alguno
Empujaba como podía a los zombies que estaban frente suyo, ahora estos daban menos miedo que Gwi-nam.

La oscuridad dificultaba la búsqueda de un lugar donde esconderse, y mientras más se demoraba viendo salón por salón, Gwi-nam se acercaba más y más.

Al tratar de subir las escaleras tropezó, cayendo frente a quien antes era un alumno y ahora solo era un cadáver con los intestinos de fuera. La expresión de asco de Sun hee hizo que quisiera gritar, pero solamente se limitó a ponerse la mano en la boca.

Ese atraso hizo que Gwi-nam la alcanzará. Él puso el pie en la espalda de ella, haciéndole imposible que se levantará
Sin esfuerzo hizo que se volteara para verla más de cerca.

—¿Quieres huir de mí, cariño? —expresó Gwi-nam con una gran sonrisa en su rostro —Aish, no me vas a dejar solo.

Sun hee sonrió algo nerviosa, no quería ser comida cómo lo fue Na-yeon, pero no tenía la voluntad de matarlo.

—P-por supuesto que no, c-cariño. —Tartamudeo repetidamente. Le seguiría el juego con tal de así poder correr y escapar. Lo tomó de la ramera y se acercó a él tan cerca como pudo.

Gwi-nam se relajó pensando que Sun hee lo besaría, pero al contrario solo recibió una patada que lo haría caer de las escaleras y daría tiempo de huir a Sun hee.

A tropezones subió las escaleras, alertada de que Gwi nam estaría tan molesto que no la dejaría hasta seguramente matarla. No solo él era un problema, también recordemos qué estaba de por medio en un lugar lleno de zombies.

Si esto fuera una película definitiva habría giros de escenografía dando más terror y misterio.

Sus pasos eran tambaleantes, eso hacía que se moviera de una pared a otra, tal vez era para confundir a los zombies o tal vez la oscuridad era tan espesa que se le hacía casi imposible guiarse.

El eco de los pasos de Gwi-nam eran predominantes en la mente de Sun hee, quien no agarraba para donde ir. Mientras ella se hallaba desesperada por huir, Gwi-nam caminaba sin problema alguno en busca de Sun hee.

La sangre y el sudor contrarrestaban lo hacían ver demasiado bien.

—Hwang Sun hee, no escaparás de mí, cariño. —gritó repetidamente. El grito atrajo a los zombies, a esos que sin problema les rompía el cuello asegurándose de su muerte.