I guess I found you

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Día 6: Mala idea

El charco de agua fue pisado, ocasionando que las gotas salpicaran hacia los lados, seguido de más pisadas de varias personas. Horacio corría como alma desquiciada por las calles de Los Santos, intentando perder a los policías que lo perseguían. Puede que haber robado una tienda para enfurecer a su padre haya sido una mala idea.

- ¡¡Corre, corre!! ¡Más rápido que ya vienen! ¡¡Acelera!! - Y definitivamente le iba a ocasionar un síncope a su tiny debido a la angustia - Esto fue una horrible idea ¡¡Cómo se te ocurre robar una tienda!! Debí haberte detenido, yo sabía lo que hacías ¡Y no hice nada! - el pequeño volvió a mirar por arriba del bolsillo de la chaqueta, viendo como los policías no tenían intención de dejarlos escapar - ¡¡Más rápido!! ¡Corre, corre!

- ¡Vik, mira yo te amo mucho pero por favor tranquilízate ¡Qué me estás poniendo nervioso y si estoy nervioso nos van a atrapar!! - Y a pesar de dejar de escuchar los gritos demandantes siguió escuchando algunos gritos que pegaba cada cuánto, suponiendo gracias a eso que lo estaban alcanzando, y sintiendo levemente como la versión miniatura de su alma gemela movía rápidamente el borde de su bolsillo, como un intento inútil de acelerar su paso. Se empezó a meter entre callejones, subiendo escaleras y saltar entre techos, pero a pesar de todo eso no les perdía de vista, empezando a ponerse nervioso.

- ¡Pero quiénes son! ¿¡Terminator!? ¡Que solo fueron unas cosas de mierda! - comentó el de zafiros viendo como aún estaban tras de ellos.

- ¡Es por papá, de seguro tienen la orden de no dejarme escapar sin importar qué! - Siguió corriendo, agradeciendo el tener una alta resistencia en cardio y un buen estado físico.

En un momento dejó de escuchar pisadas tras de si, no bajó la velocidad pero miró hacia atrás, notando que ya no estaban. Soltó una risa y al volver a mirar al frente giró en una esquina, no dándole tiempo a fijarse de la persona que estaba caminando en el momento justo y acabando por chocar con ella. Soltó un quejido al caer, pero al notar la situación, un segundo bastó para recomponerse y disculparse.

- Lo siento, lo siento, no te ví, tenía prisa y, yo....yo... - no era capaz de continuar la frase, ya que al alzar la vista se topó con el rostro de la persona que el destino había seleccionado como su alma gemela. La versión más grande de la persona que tenía ahora mismo en el bolsillo estaba frente suyo, mirándolo con igual asombro que él.

- Horacio ¿Estás bien? ¿Ya no nos siguen o nos atraparon? - preguntó el tiny saliendo de su escondite, en donde segundos antes había decidido por su salud física y emocional que no volvería a asomarse, o eso era hasta que sintió la caída del moreno. Pero al encontrarse con la situación en la que estaban, entendió la razón de la mudez de su alma gemela. - Oh.

Nadie dijo nada por unos segundos, eso hasta que el pequeño tiny de rubias hebras notó como a una cuadra un par de policías hablaban por radio, para luego fijar su mirada en ellos y empezar a acercarse. - H-horacio, hay que correr ¡Ya! - El moreno al escuchar eso volteó, mirando como ambos policías aceleraban el paso.

- ¡Hostia! - simplemente se puso de pié y agarrando la mano de la persona que tenía frente suya continuó con su carrera. Arrastrando al pobre chico que no entendía nada de lo que sucedía, quien también aceleró el paso al ver como dos policías los seguían.

- ¡¡Más rápido, métele nitro, imagina que eres un buga así como dicen los socios!! - Y ahí estaba de vuelta el tiny, gritando lo primero que se le venía a la mente y zarandeando la chaqueta. - ¡Jack lo dijo, una más y no se borra! ¡¡No se borra!! ¿¡Sabes lo que hará eso en tu currículum!? ¡No podemos ir a la cárcel!

Volkacio Loving MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora