Volkacio Loving Month

Just you and me

Día 20 y 22: Netflix and chill / Un outfit especial

Segunda parte de "The destiny in the wedding"

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El timbre de la casa fue tocado, seguido del sonido de las rápidas pisadas de cierto ruso que bajaba con entusiasmo por las escaleras, dando un salto en los últimos escalones pudiendo llegar a la puerta principal en escasos segundos. Se llamó a la calma mientras posaba su mano sobre el pomo, abriendo la puerta con tranquilidad y esbozando una sonrisa al ver a la persona que se encontraba del otro lado.

— Un poco más y te caías de las escaleras, eh — misma sonrisa que le fue contagiada al castaño.

— Нет, bajé como persona civilizada, estás alucinando. — Cerró la puerta una vez Horacio ya había ingresado, yendo ambos tranquilamente hacia las escaleras.

— Si es que estás loco por mi ¿Quién no? Soy tu debilidad ma lune.

— Mhm…¿Comprobado por quien?

— Mini Viktor me ha dicho incontables veces que soy su excepción, no te puedes engañar rusito. — Al decir eso el pequeño tiny que durante todo este tiempo se mantuvo sobre el hombro de Horacio, empezó a jugar nerviosamente con sus manos, sintiendo sus mejillas teñirse de un leve rubor.

— Eso es cierto — Comprobó el tiny de cresta, apareciendo por el bolsillo del ruso. — Vik me dice lo mismo — su sonrisa se desvaneció levemente al ganarse una mirada de pánico del mayor, quien le empezó a callar nerviosamente — ¿Pero por qué si es la verdad?

— Es, tu, no, pero….ya que — Rendido finalmente llegaron al final de los escalones, entrando a su habitación y cerrando la puerta tras suyo. Observó como Horacio luego de dejar a su tiny frente a la cápsula se echó de espaldas sobre la cama, soltando un suspiro junto una risita.

— No puedes ocultar tus sentimientos de mí, ruso, te tengo coladisimo. — Viktor simplemente negó suavemente, sonriendo levemente mientras dejaba al tiny junto al otro, viendo a ambos correr animadamente dentro de la cápsula, ya ellos iban a festejar su mes.

— Lamentablemente — se estiró un poco, dejándose recostar cerca de su pareja y reposar su cabeza sobre el cálido pecho de Horacio, abrazandolo tal koala sin darle opción de marcharse si es que quisiera. — no puedo…

Esa noche de boda luego de intercambiar nerviosos diálogos durante unos segundos decidieron salir del salón, siendo recibidos por la nocturna brisa marina y el tranquilo sonido de las olas; Y fue ahí en dónde sus hilos se conectaron para siempre, en dónde únicamente el lazo del destino iluminó todo a su alrededor, sonriendo genuinamente ante el inesperado encuentro pero con ilusión de su futuro. Charlaron más fluidamente sentados ambos en la arena, hablaron durante varios minutos en el mismo lugar, en donde Horacio aprovechó que la música fuera lo suficientemente alta como para invitarlo a un baile. No está demás decir que Viktor era un manojo de nervios, pero agarrados de la mano y dejándose llevar con la tenue melodía que llegaba a ellos junto al aire, se dejó ser completamente, profesando su amor al compás de su corazón y entregando a Horacio el más suave de sus tratos. Moviéndose ambos en perfecta sintonía sobre la arena con sus pies descalzos, acabando lentamente y despidiendo el baile del inicio de su amor con un dulce beso en el dorso de la mano del menor. Sellandolo por completo y proclamandolo suyo al reírse nerviosamente a la par. Ese era el inicio de su futuro juntos, y no pudieron pedir uno mejor.