Volkacio Loving Month

Secrets never work

Día 12 y 13: Crush / Fotografías

TW// Comentarios homofóbicos, violencia física
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El día estaba soleado y los gritos junto los vitoreos del público a su alrededor eran lo que deberían estar distrayendolo. Pero no, su cerebro se encontraba completamente ocupado y desconectado del mundo observando a una persona. Era imposible quitar la boba sonrisa de su rostro ¿Pero cómo no hacerlo? Tenía el mejor plano existente en el planeta tierra sobre su crush. A esa altura de las graderías tenía una vista privilegiada del capitán del equipo de fútbol americano, quien se encontraba apartándose el casco y peinaba sus platinadas hebras hacia atrás al tener vía libre. Y bendito sea Dios por permitirle ver como su manzana de Adán se movía al tomar agua. Sin él quererlo ahora su sonrisa demostraba de todo menos inocencia, mordiendo su labio inferior desde hace varios segundos deleitándose con las vistas. Un pitido lo sacó medianamente de su ensoñación, el partido debía continuar. Iba a seguir fingiendo que aquél juego le interesaba totalmente y no sólo porque había un apuesto ruso participando en él; ese era su plan hasta que notó como buscaba a alguien en el público ¿Qué estaba haciendo? Vió como empezaba a caminar lentamente en dirección a la cancha sin detener su búsqueda, aquella que se detuvo al conectar miradas. Bien, le empezaba a faltar el aire. Volkov al encontrarlo le mostró una sonrisa, espera ¿Le estaba sonriendo? ¿¡A él!? Creía que estaba en el puto paraiso, claro, antes de que le guiñara suavemente y se fuera corriendo devuelta al partido. En ese momento su cerebro se apagó por completo, su corazón latía a mil por hora y sus mejillas eran la copia exacta de un tomate. Si estuviera en uno de esos anime lo más probable es que ahora mismo le estuviera sangrando la naríz mientras corazoncitos flotaban a su alrededor.

De ello habían pasado cuatro meses, tiempo en el que habían ocurrido demasiadas cosas y se sentía flotando en una nube de amor e ilusiones. Tal vez seguiría en ese maravilloso lugar de no ser por su lado maruja y querer saberse todos los chismes.

Se encontraba en su salón leyendo un libro. En el escritorio de al lado había un grupo de chicas hablando de sus novios y personas que les gustaban, algo bastante normal dentro de lo que cabe pero mantenía el oído alerta. Ni siquiera leía su libro en realidad, el chisme estaba mejor. O eso pensaba hasta que escuchó a Elizabeth hablar.

— A mi Vik me trata muy bien, es un caballero con todas las letras y les juro que no encontrarán novio igual, es simplemente maravilloso. — Bien, podía ser cualquier Viktor, debía mantener la calma.

— ¿Pero ustedes desde cuándo están saliendo? Porque no es muy común que Volkov tenga novia que digamos, serías la primera. — Escuchó a una amiga comentarle. Trizando un poco su corazón al confirmar que sí era su Viktor.

— Lo sé ¿Es increíble no lo creen? Y es tan apuesto, joder. — Se empezaba a sentir incómodo en ese lugar, seguía escuchando la conversación y la pelirroja únicamente hablaba de su físico y que le compraba caprichos ¿Y esta quién se creía? Sentía que estaban rebajando al ruso de una manera increíble, había mucho más de él aparte de su físico o dinero, su carácter y trato eran lo mejor de él y el hecho de que ni siquiera mencione algo de eso le estaba enojando. Pero cuando dejó todo eso de lado volvió al principio, al hecho de que estaban hablando de Volkov, Viktor Volkov, su actual pareja; quien al parecer también era la de Sloan. Lo pensó, no lo veía capaz de hacer eso, él simplemente no lo podía hacer. Pero luego recordó lo importante, él le había pedido mantener su relación en secreto, no los podían ver en alguna situación comprometedora o algo por el estilo. De repente la idea del engaño no sonaba tan descabellada, incluso tenía lógica ¿Cómo no lo vio venir? ¿Tan cegado estaba? Era como los demás, siempre era igual, relación en secreto, lo usan y luego desechan. Bueno, uno más a su historial.