2.Mustafa.

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Mahidevran.

Los gritos de agonía y de dolor se podían escuchar por todo el palacio de Edirne, los gritos desgarradores de una madre aferrándose al cuerpo sin vida de su único hijo.

Mustafa.

Estaba muerto.

El príncipe Mustafa había muerto.

Fue asesinado mientras iba de cacería con su padre, un grupo de rebeldes los ataco con el objetivo de asesinar al Sultán,y como hijo mayor protegió a su padre hasta el fin.

Nadie se esperaba, a pesar de que los guardias iban con ellos eran demasiados rebeldes y tenían que pelear, su hijo había muerto por salvar la vida de su padre.

Pero si saberlo dejó sin vida a la su madre.

Los sollozos y los intentos de consuelo para con la sultana Mahidevran no servian de nada, su hijo no iba a volver, su león, su pequeño, su príncipe, nada se lo regresaría y nada le quitaría el dolor que hay en su alma.

Su cuerpo estaba entre sus brazos mientras sus fuertes lamentos se escuchaban y los sirvientes la observaban con pena.

Su príncipe estaba muerto, ya no tenía razones para vivir.

Mehmed.

- Apunta un poco más arriba - Mustafa acomodo el arco en sus manos - concentrate y no apartes ni por un segundo la mirada.

El ciervo no se movió ni centímetro.

- ¡Dispara! - le dijo al oído y así lo hizo, el animal quedó a una buena distancia de ellos ya sin vida.

- ¡Lo logre! - grito feliz abrazando a Mustafa.

- ¡ese es mi hermano! - dijo Mustafa correspondiendo al abrazo.

- Felicidades Hijo - murmuró feliz Suleiman despeinando su cabello después de se soltara del abrazo de Mustafa.

Estaba muy feliz en ese momento, pero todo se opacaria en solo segundos.

75 segundos para ser exactos.

- ¿madre? - preguntó Mihrimah con los ojos enrojecidos sacándolo de sus recuerdos - ¿ahora que mi hermano Mustafa ha muerto; Mehmed será el heredero?

Hürrem suspiro abrazándola - así es querida, el siguiente es Mehmed, el será el heredero.

Un sollozo salió del Príncipe.

- No quiero hacerlo madre - sollozo más fuerte - no quiero, ese lugar es de Mustafa ¡no quiero usurpar su lugar!

- ¡Silencio Mehmed! - exclamó la rusa - se que te duele, se que apreciaba mucho a Mustafa, pero ahora tu serás el heredero, ya nadie se interpone en nuestro camino, ahora seremos tú y yo el centro y la única preocupación de tu padre ¿lo entiendes? Mira lo positivo de esto, ya no tienes que preocuparte y yo tampoco de que planeen hacerte algo ¡somos libres!

Mihrimah se quedó en silencio atónita y después observó a Mehmed preocupada

Mehmed observó a su madre atónito con tristeza - No, yo nunca me preocupe por eso, se que mi hermano Mustafa me queria ¡el no nos iba a hacer daño! - apretó los dientes y los puños con los ojos enrojecidos por el llanto - ni siquiera ha sido enterrado ¿como puedes pensar en eso ahora madre? ¿No respetas el dolor de la Sultana Mahidevran?

La sultana Mahidevran.

La sultana Mahidevran.

¡Oh Alá! ¡La sultana Mahidevran!

La rosa del Sultán. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora