8.La Gallina.

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Palacio de Aslin Pasha.

2 horas después.

Mehmed.

Si Alá quería castigarlo por algo.

Lo estaba haciendo en ese momento.

¿¡Cómo qué Aslin Pasha no está en el palacio!?

Y lo peor es que se había llevado hasta a los sirvientes, cosa que, sin poder negarlo, lo frustraba de sobremanera.

Tenía que conseguir esa gallina, y lo iba a obtener.

Solo tenía que conseguir migajas de pan y entrar al palacio.

Fácil.

O no.

1 hora después.

Mehmed.

Conseguir las migas de pan fue fácil.

Ahora solo tenía que entrar al palacio y listo.

Ese no sería un problema gracias a sus habilidades.

Abrir la puerta trasera del palacio fue fácil, y así pudo comprobar con la vista que no había ningún sirviente en el palacio.

Se dirigió con sigilo y a paso lento en busca del gallinero, por lo que sabía la mayoría de veces, los gallinero en el palacio se encontraban en la parte trasera de las cocinas.

Mientras miraba y trataba de detectar donde se ubican las cocinas, escucho un sonido que nunca pensó que lo sentiría como algo grandioso.

El cacareo de las gallinas.

¡Gracias al cielo!

Estúpidamente una gran sonrisa se dibujo en sus labios ¡esto sería facil!

Dirigiéndose rápidamente a donde el escucho el cacareo, pasó por el jardin y las cocinas, y abriendo una pequeña puerta vio algo (que nunca pensó que consideraría maravilloso) maravilloso.

El gallinero.

Tantas llamativas y coloridas gallinas.

Solo tomaría una, y así Elmas Hatun estaría feliz.

Observó en silencio a todas las gallinas tratando de elegir una, vio la más llamativa, tenía la cabeza y la coma elevadas.

¡Esa estaba perfecta!

Con una sonrisa segura, traspasó la pequeña baranda que cubría el gallinero, las gallinas se detuvieron y lo observaron.

Frunció el ceño observando a las criaturas con molestia.

- ¿que me ven? - preguntó con molestia ante las miradas - sólo necesito a una de ustedes y me largo.

Ignorando a las criaturas que Seguian vigilandolo, procedió a acercarse a cada vez más al lugar más apartado de los gallineros, ahí estaba su principal objetivo.

Pero el olor no era nada agradable mientras se acercaba más, y pudo notar el residuo de agua sucia, a cierta distancia de donde estaba su objetivo.

¿Como el principe heredero de la dinastia otomana pudo terminar aquí?

Pero bueno, quería la ayuda de Elmas, y si esa gallina era lo que tenía que conseguir para saber más sobre su Rosa, el conseguía a esa gallina sin duda alguna.

Esa gallina que tenia justo al frente, llamativa, con su cola y la cabeza bien en alto, cuando la criatura lo vio, los dos se miraron con fijeza.

Cualquiera diría que hasta con amenaza.

La rosa del Sultán. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora