Aclaraciones y referencias al final del capitulo, los comentarios son bienvenidos.
Ahora si, vayan más abajo a leer.
Mahidevran.
Rosas, lágrimas, joyas, y un hombre misterioso.
Sus sueños día con día se estaban volviendo aún más extraños, unos tras otro, recuerda el de la noche anterior; recuerda la mirada enfurecida de Hurrem mientras ella sonreía a alguien a quien no pudo distinguir mientras esa personas le entregaba una joya preciosa.
Llegó a pensar que el hombre que estaba en su sueño era Suleiman, algo completamente imposible si recordaba que llevaba ya 1 año sin mirarlo desde que su pequeño Mustafa había sido decretado gobernador de la provincia de Manisa.
Hace unas semanas había soñado con 2 niños, pequeños que la llamaba y le gritaban ¡Madre!; también recuerda haberse despertado abruptamente después de ese sueño.
Aveces dudaba si sus sueños, eran buenos o solo pesadillas, en esos sueños habían muchas cosas desde escenarios extraños en los que Hurrem esta a punto de golpearla, hasta momentos donde se veia en brazos de un hombre y parecía feliz, a pesar de no poder distinguir quien era, sueños donde ese mismo hombre le besaba y le decía que ella era.....
- Madre - sintió que la sacudían del brazo - Llegamos.
- ¿Mustafa? - preguntó asustada mientras despertaba de su trance.
- Lo siento madre, pero ya llegamos a Topkapi, parecía muy perdida en tus pensamientos y no me escuchabas, ya llevaba varias veces llamándote - la observó preocupado desde la puerta del carruaje - ¿estas bien? Si quieres puedo decirle a su majestad que regresaremos a Manisa, madre lo único que quiero es que no te sientas mal.
Mahidevran negó lentamente con la cabeza mientras una tierna sonrisa brotaba de sus labios - no te preocupes mi pequeño león.
Mustafa rio.
- Ya no soy tan pequeño madre - sonrió divertido - tengo 19 años.
- Aunque no lo quieras - regaño suavemente - siempre será mi pequeño, aun tengas 40 años y 20 hijos.
Rieron.
- Tenemos que entrar madre, están esperando para darnos la bienvenida - suspiro - ¿estas segura que estarás bien?
- Si, lo estoy, no es nada preocupante lo que estaba pensando - le dijo para tranquilizarlo - ahora ayudame a bajar.
Mustafa tomó su mano para darle soporte mientras ellas bajaba del carruaje. Se pararon juntos mientras Mustafa la observa preocupado.
- ¿Lista para entrar?
- Si estoy lista, y por favor no te preocupes, que no he pensado en Hurrem ni un poco en meses y muchos menos esta semana, no he tenido tiempo ni ganas de hacerlo - lo empujó un poco para apresurarlo - ahora vamos, que se nos hace tarde.
Aunque no mentía, los últimos meses sus pensamientos iban dirigidos sólo a sus sueños, aunque esos sueños nunca iba a poder compartirlos con Mustafa.
Eran demasiado privados.
De sólo recordar algunos sus mejillas se encendieron notablemente.
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La rosa del Sultán.
Ficción históricaDonde Mustafa muere. Donde Suleiman muere. Donde el Príncipe Mehmed se convierte en Sultán. Donde Hurrem es madre sultana. Pero Mahidevran es quien gobierna el mundo. Todo comenzó con una extraña y prohibida atracción, que se llevo más allá de los l...