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JongWoo se estaba preocupando, no encontraba al híbrido en ningún lado de la casa, lo había llamado para preguntarle si quería probar sushi, porque había llegado su pedido, y al no responder, fue a buscarlo creyendo que se había metido en la lavad...

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JongWoo se estaba preocupando, no encontraba al híbrido en ningún lado de la casa, lo había llamado para preguntarle si quería probar sushi, porque había llegado su pedido, y al no responder, fue a buscarlo creyendo que se había metido en la lavadora para jugar a pesar de que ya se había atorado allí unas 4 veces, pero no, no estaba, ni en los baños, ni en las habitaciones, ni en la cocinas, ni bajo las camas, no estaba.

Dudaba siquiera que MoonJo hubiera salido por las ventanas, pero, era una opción, una que a medida que recorría su casa, era la más probable, y ante sus posibilidades se volvía un hecho.

Sacó la cabeza por cada ventana, buscando con su mirada y llamándolo, no había respuestas y realmente eso lo asustaba, su preocupación aumentaba convirtiéndose en angustia.

No aguantó más y salió de la casa, buscando al híbrido, preguntando si es que lo habían visto a los vecinos y gente que pasaba o estaba cerca, corrió hasta la tienda de la señora Choi, pero no tuvo éxito, pensó en el bosque, pero ¿por qué iría allí? No estaba en el parque ni en alguna plaza, era una opción que haya ido al bosque por x razón, ni siquiera sabía encontrar una razón por la que no estaba, nadie pudo entrar y llevárselo, pero.... ¿Y si alguien llamó su atención desde una ventana? Quizás alguien tenía un peluche de Molang que a MoonJo tanto le gusta y ¡Se lo llevó!

Aunque sonara estúpido, para JongWoo era una opción muy viable y realista.

Pero todas esas ideas se esfumaron cuando en su camino de regreso notó una bola de pelos negra en el techo de su casa, suspiró aliviado, ¿cómo no se le ocurrió buscar en el techo?

Después de todo es un gato.

MoonJo estaba hecho bolita en el tejado, con una brisa chocando contra su pelaje, tenía los ojos cerrados sin mirar el bonito atardecer, estaba concentrado pensando en qué hacer ahora con el nuevo problema tan feo que no le pasaba desde hace tiempo, se removió al sentir el aroma de otros gatos de la zona, odiaba que su aroma se intensificara, parecía que todos quisieran atacarlo, si ya es una lata huir de humanos pesados, se sentía feo huir de los animales.

Sus patas traseras se movían inquietas, casi temblando, comenzaba a sentirse mareado, su cola se meneaba al tiempo que se alzaba, soltó un maullido al sentir el molesto dolor en sus partes bajas, sus caderas se movían gritándole que las dejara alzarse.

Chilló cuando unas manos lo sostuvo y lo entró devuelta a casa.

¡No! ¡Luna santísima de la papaya! ¡Es JongWoo!

No quería que JongWoo lo viera en ese estado, un estado tan débil y vulnerable, quería sentirse grande y fuerte para demostrarle que podía cuidarse solo y hasta protegerlo a él y cuidar de la casa.

Pero en ese estado parecía que se estuviese muriendo, quería llorar.

- ¿Qué haces allí afuera, Moonie? - Lo acurrucó en sus brazos.

¡Hey, You! Lemon EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora