Se proclaman nuevas leyes, para aceptar a los híbridos en la sociedad, después de todo, estamos en el mismo mundo. Pero aún permanecen áreas prohibidas donde se permite la caza y esclavización de los híbridos, y se niegan rotundamente a quitarlas, ¿...
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El cielo apenas comenzaba a tornarse de un azul oscuro, poco a poco brilloso por las nubes, pronto vendría el sol, las olas mecían el bote y los niños empezaban a bostezar, GiHyeok en su forma humana los resguardaba dentro de su suéter, mientras que sobre sus manos sostenía el cuerpo sin vida de la pequeña gatita Min.
¿Siquiera JungHwa está viva también? Es más.... ¿Alguno de ellos sigue vivo aún? Su mirada se perdió, ¿qué iba a hacer?, ¿qué haría él solo con tres niños en un país desconocido? ¿Si quiera él podría hacer lo suficiente para que los niños sobrevivan? No pudo lograrlo con Min.
Ni siquiera tiene todas sus extremidades con él, ni tampoco la fuerza. Por primera vez se sentía tan indefenso y asustado, como hace años atrás cuando también conoció a su humano ángel, cuando SeokYoon le mostró que existía bondad en el mundo, que existía el amor, le dio todo el calor que necesitaba. Probablemente el fuego de su amado ya se haya apagado, no volvería a ver su sonrisa, ni tampoco a sentir su piel ni sus labios, al menos, no volverían a encontrarse hasta después de la muerte.
Pestañeo una vez, dos veces.
- ¿Podemos dormir ahora? - Preguntó Hwan.
- Aún no.... - GiHyeok también quería dormir, pero algo le alertaba que si lo hacían terminarían como Min, pero era solo el trauma.
No había vuelto a ver una muerte desde que era un niño, y los cazadores se llevaron a su familia, no sabría decir si fue mala o buena suerte, pero él se había atorado en la cueva, no pudo salir, no pudo escapar, no se dieron cuenta de él ante la prisa, sólo su madre quien se devolvió en un momento y.... bang.
Nadie lo encontró a él, ni él volvió a encontrar a su familia, perdió la fe de que estuvieran con vida, y.... nuevamente volvía a pasar.
Miró hacia arriba, la luna aún permanecía y a su lado, una estrella, una pequeña, que ante el iluminar del cielo, poco a poco se extinguia su brillo.
Se alteró cuando vio enormes barcos de guerra acercarse, escondió a los niños dentro de su suéter y se agachó, sin poder evitar las lágrimas que se deslizaban desde sus ojos.
Las balas aún continuaban en la isla, el sol era una desventaja para los híbridos, los humanos podrían tener más acceso a la visión y para ellos sería más difícil esconderse.
MoonJo temblaba, jaló el gatillo atravesando el pecho de otra persona, quitándole la vida a alguien, matando a alguien. Tragó saliva, no podía pensar con claridad, se espantó incluso cuando JongWoo tocaba su hombro.
No podía hacer esto, no estaba preparado, ni capacitado para esto. ¿Matar? ¿Es la única opción? ¿No es algo malo? ¿Qué mierda está bien o mal en esta sociedad?
Sus colmillos y garras se asomaron cuando una bala rozó la cara de JongWoo, el olor de la sangre lo hizo enloquecer, ¿armas? ¿Para qué usar lo que es creado por el hombre para matar?