¡Hey, You! Lemon Eyes

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Solo, así se siente, una soledad inmensa ante un vacío oscuro. ¿Por que la gente se esfuerza tanto en luchar por hacerse dueño de algo? Si de todas formas nacemos y morimos sin nada.

Pero, ¿realmente estaba muerto?

Incluso se preguntaba si ante ese negro absoluto podría encontrar un gatito del mismo pelaje. Como MoonJo, aunque no, de ninguna manera deseaba que MoonJo llegara ahí, porque, probablemente era la muerte.

Y MoonJo debía vivir, debía vivir mucho, ahora tenía tres mini limoncitos que cuidar, es muy inteligente y hábil, criarlos no será complicado, pero.... aún así, ¿realmente podrá hacerlo sin él? ¿Es correcto aceptar la muerte si estás consciente de que abandonas a muchas personas que aún te necesitan? De todas formas, su padre murió aún teniendo eso en cuenta.

Ya ni siquiera escuchaba su voz, y de todas formas, ¿cómo lo haría? Estaba atrapado en medio de la muerte. 

Y era frío, estaba helado, como si hielo envolviera su cuerpo, ardía, dolía. ¿Incluso muerto se podía sufrir? O es que la culpa de abandonar a su familia lo aprisionaba en un infierno frió, vacío y oscuro.

Viento, era viento, sentía el viento y escuchaba el sonido de las hojas secas ser empujadas por la brisa. Sus párpados se sintieron livianos y pronto una nítida imagen se reprodujo frente a sus ojos. El bosque, era el bosque, fresco, de colores matices al naranja al igual que el cielo, bonito. El otoño era bonito.

Hacía frío pero su cuerpo acabó acostumbrándose, caminó tranquilo, sintiendo una paz, olvidando todo, concentrado en el paisaje, en los colores, en el sonido y el tacto, como si todos sus sentidos se hubieran agudizado después de morir.

Morir, es cierto, estaba muerto. ¿Por eso se le decían descansar en paz?

Si, estar recostado entre las hojas secas mientras que la brisa hacia bailar las ramas calmadas, le daba una paz eterna.

Hasta que oyó un maullido agudo, uno que lo hizo volver a la oscuridad absoluta. 

No, no y no. No podía morir y punto. ¿Desafiar la muerte? Aceptado.

La imagen de sus gatitos, de sus pequeños gatitos, con sus naricitas rosadas y sus ojitos ciegos. Quería estar ahí para cuando su vista se desarrolle, para cuando se transformen y para verlos crecer. Quería ver a MoonJo a su lado criando a sus bonitos bebés.

Quizás era egoísta no aceptar la muerte, o quizás la muerte era egoísta al reclamarlo.

Pero ahí estaba, exaltado, con los ojos bien abiertos y casi cegados ante el cambio de una oscuridad absoluta a un blanco brillante. No lo niega, se espantó al creer que había llegado ante los ojos de la santa luna. Pero no, era el hospital.

Luna santísima de las estrellas, muchas gracias por siempre estar ahí para escuchar a las almas pérdidas.

Rezó mentalmente.

- Que alivio... - Escuchó, su cabeza se giró y sus ojos picaron.

- GiHy..... - Murmuró sin poder terminar, era difícil hablar.

- No hables... debes descansar.... aún es muy pronto para que tu herida esté totalmente curada....

Tenía vendas, seguramente ahora le faltaba una patita a su querido cuñado.

- SeokYoon está en otra habitación, estoy cuidándote porque él no puede... y porque también estoy preocupado por ti.... BokSoon y NamBok están muertos.

Los ojos de JongWoo se abrieron de par en par, GiHyeok continuó.

- Estuviste en coma por casi un mes... Si te lo preguntas. Los idiotas fueron condenados a cadena perpetua en una de las cárceles de máxima seguridad, BokSoon asesinó a Hong y luego se suicidó.

JongWoo iba a hablar pero GiHyeok se lo impidió.

- MoonJo está bien. Los cachorros también, aunque él está muy preocupado, viene todos los días, pero luego debe volver para cuidar a los niños, JiEun lo ayuda.

JongWoo curvó sus labios hacia abajo, se sentía mal, su pobre Moonie estuvo solo por tanto tiempo.

- El doctor dice que aún falta para tu recuperación, tenías un pulmón perforado y casi roza tu corazón, afortunadamente, ya no estás en riesgo de muerte. Estás bien. Sé fuerte para cuando tengas que volver con tu familia. 

JongWoo sólo asintió, GiHyeok sonrió levemente.

- Me alegra que hayas despertado.... iré con Yoon y le avisaré.

JongWoo asintió, quería ver a su hermano.

Lo vio alejarse, notando que estaba en silla de ruedas, suspiró algo desanimado. Al rato después un SeokYoon se presentó entre lloriqueos.

- ¡¡HERMANO!! - Casi se le lanza encima - ¡Estás vivito! ¡Estás despierto! - Lo abrazó con cuidado.

A pesar de que JongWoo sintió un poco de dolor ante su herida, simplemente lo dejó, correspondiendo, acariciando ese desordenado cabello rojizo. Lo había extrañado mucho, esa bonita sonrisa suya, y sus estupideces.

- Te extrañé, duraznito.... - Murmuró.

SeokYoon sólo se echó a llorar, había tenido miedo, mucho miedo, se había sentido solo y abandonado, su padre había muerto y su hermano no estaba para sujetar su mano. Ahora se había decidido a cambiar, no podía seguir siendo un niñito cobarde, a pesar de que a JongWoo no le molestara protegerlo y cuidarlo. SeokYoon quería ser quien protegiera a su hermano y sujetar su mano para que se sintiera a salvo.

- Oye... tus bebés son muy bonitos.... se parecen a MoonJo... es por eso que son lindos...

- Idiota... - Sonrió JongWoo.

- Hay una forma de hacerlos transformarse a esta edad temprana para poder revisar mejor a los cachorros, y son muy pequeños.... y arrugados, como ratas.

- Oye, estás hablando de mis hijos. - JongWoo se separó del abrazo.

GiHyeok se echó a reír.

A pesar de todo, los obstáculos aún no acababan. Aún había mucho que enfrentar.