Se proclaman nuevas leyes, para aceptar a los híbridos en la sociedad, después de todo, estamos en el mismo mundo. Pero aún permanecen áreas prohibidas donde se permite la caza y esclavización de los híbridos, y se niegan rotundamente a quitarlas, ¿...
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Sólo se escuchaba el sonido de la televisión, ambos hombres se miraban fijamente a los ojos. Uno esperando alguna reacción, y el otro sin saber cómo reaccionar. JongWoo no sabía qué hacer ni qué decir, realmente no esperaba que de verdad fuera un híbrido.
Sus labios se separaron, pero no dijo nada. Tomó una almohada y la alzó, se la daría para cubrir su cuerpo desnudo. El híbrido se cubrió a sí mismo, asustado.
- ¡Espera! ¡No me pegues! - Trató de detenerlo, su corazón latía desenfrenado.
JongWoo frunció el ceño y la almohada cayó de sus manos.
- No.... yo... - Miró que a pesar del cambio de tamaño, las vendas se habían adaptado al cambio de su cuerpo.
Pudo notar mejor la cantidad de heridas y la variedad de cicatrices en su cuerpo. El híbrido lo miró asustado.
JongWoo suspiró y tomando sus sábanas cubrió su cuerpo.
- No planeaba golpearte... - Murmuró JongWoo, mirándolo a los ojos, con un tono suave en su voz.
MoonJo no dijo nada, sólo desvió la mirada mientras se aferraba a las sábanas, había olvidado el frío que sentía al transformarse en humano.
JongWoo buscó ropa y se metió a vestirse al baño. MoonJo se quedó en la cama, mirando un punto fijo en ella, pensando o más bien, procesando lo que estaba pasando. Se giró al escuchar la puerta del baño abrirse.
- ¿No estás asustado? O... ¿Enojado?.... ¿De verdad no vas a lastimarme?
- ¿Por qué lo haría? - Pasó la toalla por su cabeza.
- ¿Es por las leyes nuevas?
- No, amigo. No soy ese tipo de persona, no daño a los demás. Además, no has hecho nada malo como para ganarte un golpe.
- ¿Ganar?.... ¿Los golpes son un premio?
JongWoo se sentó en la cama y miró al híbrido de arriba a abajo, sus orejas resaltaban en su cabeza, y de su pecho se alzaba su esponjosa cola.
Suspiró, miró los ojos del híbrido, seguían siendo grandes, y tenía doble párpado, mantenían su color, un hermoso color amarillo, pensó incluso.
Ojos de limón. Como la canción de Meg Myers.
- Oye, ¿estás bien? - Preguntó, su suave voz hizo que el híbrido tuviera un escalofrío - Es sólo que... estabas tan asustado....
- Aún sigo asustado... - Admitió - Pero.... sé que eres un humano ángel.... digo.... una buena persona. - Sus mejillas ardieron.
JongWoo sonrió.
- MoonJo... ¿Verdad? - lo vio asentir - Yo soy JongWoo. Tengo 31 años y soy veterinario.
- ¿31? - Ocultaba su nariz y boca bajo su cola - Te ves casi como un niño.
- Si, suelen decirme que parezco estudiante.
Las orejas de MoonJo se movieron, se aclaró la garganta y se quitó la cola de la cara.
- Yo no sé qué edad tengo... pero... creo que soy mayor que tú.
- ¿Si? Entonces, ¿debería llamarte Hyung?
- No es necesario. - La mirada de MoonJo era adorable, sus ojos brillaban y lucían curiosos.
JongWoo no podía evitar sonreirle.
- Tenemos que comprarte ropa...
- ..... ¿Puedo quedarme entonces?
- Claro, ¿o tienes otro lugar a donde ir?
- No.... sólo el bosque.
- Me prometí tratarte, así que cuando estés totalmente bien, te llevaré a un centro u refugio de híbridos - Notó la emoción del híbrido desvanecerse -. Ah... Oye... no me malentiendas, no es que no me gusten los hibr...
- No. Si entiendo.... Tienes tu vida hecha.... sería un entorbo.
- No, no creo que seas un estorbo. Creo que mereces hacer tu propia vida también.
MoonJo no supo a dónde mirar.
- No creo que pueda..... Jamás me transformaba en humano.... me aterra este mundo...
- ¿Y de qué sirve vivir si no te arriesgas?
- Si, lo sé.... pero.... es difícil.... después de todo lo que me hicieron...
Ahora JongWoo borró sus ánimos.
- Claro.... debió ser una mierda...
- Fue horrible....
JongWoo chasqueó la lengua, no le gustaba este tipo de ambiente, se levantó y destapó un poco al híbrido.
- De seguro no conoces tus medidas, déjame ver.... iré a comprarle algo de ropa.... Al menos para que puedas salir e ir conmigo en otro momento....
- Oh... Está bien. - Se dejó tocar.
JongWoo levantaba sus brazos e incluso le llegó a tocar el pecho.
MoonJo bostezó.
- ¿Tienes sueño, gatito? - Extrañamente, el comentario sonó coqueto, MoonJo asintió, acurrucándose entre las sábanas - Duerme, ¿si? Yo saldré un momento, volveré pronto.
- Está bien, puedo cuidar tu casa.
- Descansa.
MoonJo se recostó, era increíble, la cama era grande y suave, tan calentita, la comodidad hizo que se durmiera casi al instante.
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Hoi pastelitos, espero estén disfrutando la historia, les dejo este dibujo que hice 🌝
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