Vampīrę

◐ Capítulo 1. ◑

Aquella mirada desesperada...perdida, poco a poco aquel brillo que tanto lo enamoró y lo volvió completamente adicto a ella se estaba apagando, se estaba marchando. La chica le acariciaba el rostro con aquellas últimas fuerzas que le quedaban, mientras Jaehyun no podía hacer nada más que llorar y abrazar a la pobre humana que la única culpa que tenía en la vida era enamorarse de un vampiro. Aquellas últimas palabras de la chica fue el detonante de Jaehyun.

—Por favor...vive y se feliz por mí también...Jae...—.Una última lágrima se derramó antes de quedarse sin aliento. Jaehyun lloró sin cesar odiando todas esas malditas leyes que prohibían ser libre y por una vez que encontró su libertad, se la llevaron...en concreto Ji-woong, su hermano mayor.

Jaehyun se despertó por falta de aire mientras jadeaba desesperado por aquella pesadilla que nuevamente tuvo con su primer y único amor. Se levantó de la cama y miró por la ventana el paisaje oscuro y tenebroso. En especial aquel día había mucha niebla por lo que la gente esos días preferían quedarse en casa, para él aquel paisaje representaba puro arte y le encantaba aquello. Jaehyun decidió salir de su habitación aún exhausto por aquella pesadilla mientras bajaba aquellas glamurosas escaleras de la mansión encontrándose con la mirada de su hermano mayor quién murmuraba algo molesto mientras lanzaba las llaves de su coche sobre la mesita de la entrada.

Jaehyun ignoró completamente a su hermano mientras éste chasqueó la lengua molesto.

—Yah, Hola hermanito, ¿Como te ha ido el día?—. Soltó irónico mientras seguía al menor hasta la cocina. Jaehyun abrió la nevera molesto y buscó una bolsa de sangre de animal para beber y alimentarse mientras seguía escuchando de fondo a su hermano. —No tienes remedio...eres un maleducado Jae. —. Jaehyun suspiró pesadamente una vez bebió de golpe el sobre limpiandose la sangre restante de sus labios con la lengua.

—Vete a la mierda, ¿Te vale? —.Pasó por el lado de su hermano dándole un golpe en el hombro para apartarle de su camino y dirigirse a la entrada. Ji-woong lo miró de brazos cruzados bastante molesto mientras veía a su hermano salir por la puerta principal. Ellos dos no se llevaron nunca bien, desde pequeños ya que el mayor siempre tuvo envidia por que a Jaehyun le ofrecían todo lo que el quería incluso recibió la mayor atención posible mientras Ji-woong sólo le quedaba aguantarse el odio y los celos de ser el mayor. Obviamente se sentía el menos querido y de ahí su comportamiento algo...rebelde y mujeriego. Aquello le hacía sentir querido y superior a su querido hermano, aunque debido a que nuevamente su hermano volvia a estar por delante de él, no le quedó mas remedio que arrebatar la vida de su amante humana. Obviamente aquello no fue sólo por puros celos, si no que le hizo un favor a toda la comunidad de vampiros y a él mismo, quién había corrido el peligro de ser desterrado. Ji-woong sufrió uno de los mayores castigos, le quitaron el derecho al trono dejándoselo a Jaehyun, debido al asesinato de aquella humana. Había sido consciente de que rompió una de las reglas mas importantes del tratado de paz, pero lo había hecho por el bien de todos. Jaehyun jamás le había perdonado por aquello y ya había pasado más de un siglo desde aquel terrible acontecimiento.

Ji-woong a día de hoy no era capaz de mantener una relación o siquiera casarse, le encantaban tanto las mujeres que incluso el propio rey se rindió y le dejó montarse sus reuniones sexuales en su habitación.

Mientras tanto Jaehyun se dirigió al bosque a pasear tranquilamente mientras disfrutaba de aquella noche con niebla. Tenía suerte de tener buen oído y vista, sobretodo a la hora de ver por la noche era una total ventaja.

Se detuvo en seco al escuchar varios pasos fuertes a unos cuantos metros de dónde él estába. Cerró rápidamente los ojos mientras aprovechaba para escuchar mas atentamente los pasos e intentar reconocerlos, pero no logró identificar a la persona. Sabía que se trataba de un vampiro y decidió dirigirse hacia los pasos de manera sigilosa. Pudo identificar por el olor a sangre que había alguien más ahí junto a aquella persona. Se detuvo en seco para ver a una vampira beber la sangre de aquel pobre y tonto humano que había caído en los encantos de aquella rubia sexy y guapa. Minji se giró lentamente molesta soltando el ya cadáver seco del pobre chico que había matado poco a poco. Obviamente su intención no había sido matarlo, simplemente aquel chico intentó sobrepasarse con ella y bueno digamos que...se metió en la boca del lobo el solito. Minji miró a Jaehyun de arriba a abajo mientras se limpiaba la sangre de su boca y acomodaba su ropa.

—Vaya...que sorpresa, majestad. —.Soltó divertida mientras se acercaba a un Jaehyun neutro.

—Eres muy molesta, ¿Sabes lo que acabas de hacer? —. Dijo de manera fría señalando el cadáver del chico. Minji se encogió de hombros mientras seguía mirando los ojos de aquel príncipe.

—Bueno, él intentó meter mano. Parece ser que a los hombres no os basta con meter lengua...que pena.—.Sonrió nuevamente de manera cínica mientras Jaehyun ya molesto agarró del cuello a la chica quién jadeó sorprendida por el acto del príncipe vampiro.

—¿Sabes que podría yo mismo matarte por romper la regla más importante? —. Minji se removió e intentó apartar las manos de su cuello pero era imposible. Jaehyun seguía apretando el cuello de la chica mientras ésta estaba quedándose sin aire. Decidió soltarla bruscamente al suelo mientras ésta lo fulminaba con la mirada, maldiciendo en un tono bajo.

—Tú...maldito desgraciado...¿Acaso por ser el príncipe heredero te da derecho a ser así de rudo con las chicas?—.Dijo Minji incorporándose nuevamente mientras Jaehyun suspiró pesadamente mirándola de reojo.

—Mira, podría arruinarte mandando a por tí a los mismísimos vampiros depredadores y que te asesinen brutalmente delante de tus padres...o incluso matarte yo mismo por lo que acabas de hacer. Y hablas de ¿Respeto? Tu eres escoria. —. Minji ardió de la furia y le dió un bofetón sin siquiera importarle las consecuencias que vendrían después. Jaehyun sonrió por primera vez mientras se tocaba el rotro lentamente.

—Vete a la mierda gilipollas, si quieres matarme hazlo, no me importa. —.Aquellas palabras que habían salido por la boca de la chica habían logrado un efecto en Jaehyun de rabia y por una parte compadeció a la chica. Minji agarró el cadáver de aquel chico sin problema y se alejó de Jaehyun quién simplemente se quedó ahí parado unos segundos antes de tapar aquel rastro de sangre con la tierra del suelo, ocultando su olor y cualquier evidencia de aquel asesinato. Si, había ayudado a la chica y sabía que estaba mal aquello pero por alguna razón aquellas últimas palabras que ella había dicho habían caído sobre él como si de agua helada se tratase. Quiso seguir a Minji pero no le parecía propio después de aquello. A pesar de ser la primera vez que después de tanto tiempo se encontraba con la rubia, tenía que ser en aquella circunstancia, dándole que pensar a Jaehyun por aquello. ¿Y sí aquello se convertía en una rutina de Minji? Él tendría que encargarse de ello sea cómo sea incluso si hacía falta, atarla y meterla en un ataúd 1 mes entero, como castigo.