◐ Capítulo 19. ◑

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Tras aquella noticia que le dió Jaehyun a su padre, no le quedó mas remedio que aceptar. Por mucho que se negará a aquella boda y pese a las advertencias que le dió su padre sobre aquella desbocada y rebelde mujer, Jaehyun hizo oídos sordos. Él mismo sabía por que elegía a Minji, tenía varios motivos y uno de ellos era que tenía la suficiente confianza cómo para que le apoye y crea en sus decisiones. Aparte la rubia era de lo más carismática y diferente en comparación con sus dos hermanas, incluso podría decirse que destacaba y le llamaba la atención por eso, por qué era diferente y tenía el valor de decir las cosas claras sin titubear.

Es lo que Jaehyun necesitaba, una mujer fuerte e independiente que a pesar de ser una loca y algo incontrolable, él se encargaría de ser su seguro y mantenerla a ralla de los problemas.

Los rumores no tardaron en expandirse de la mansión hasta oídos de la propia familia Kim, quién se quedó igual de sorprendidos que el rey vampiro.

—¿COMO ES POSIBLE QUE ESA ZORRA...? —. Handong estaba llorando sobre el hombro de su madre mientras Bora estaba en su mundo. Obviamente aquello le había sorprendido pero incluso lo prefería antes que Handong. Sabía que el amor que la vampiresa sentía por el príncipe era mortal, incluso se encargó aquella noche de entregarle una poción reveladora, que había salido...bastante mal para ella.

Minji en cambio de encontraba en la cafetería tomando un descanso mientras Leo le contaba aquello. No había sido el plan inicial pero debido a que era de las últimas por enterarse, sintió la necesidad de contarselo.

—¿Es una broma cierto Leo? —.Dijo la rubia aún sin procesar aquello. El chico negó y la miró divertido.

—Venga ya, en el fondo lo deseas...además de qué es un bonus por cien, serás la futura reina vampira...y además tendras donde vivir tranquilamente sin que nadie te moleste. —. Minji chaqueó la lengua y se echó para atrás bastante frustrada.

—¿Por que demonios no me ha consultado primero? ¿Es que acaso no tengo palabra alguna? Maldito insensato...—.Leo siguió sonriendo mientras miraba a su amiga, él sabía que aquello había sido una decisión bastante random, si, pero al fin y al cabo era lo mejor.

—Bueno, digamos que sólo te hice un adelanto...Jaehyun vendrá a buscarte después del trabajo. —. Minji se levantó de la mesa totalmente exasperada mientras miraba al menor reirse mientras dejaba su propina en la mesa.

—¿QUE? Maldición Leo...¿Le dijiste donde trabajo? —. Este se giró antes de dirigirse a la salida.

—Lo hubiese descubierto por su cuenta de todas formas, querida. —. Le guiño un ojo y salió de ahí riéndose solo.

Minji se frotó la cara mientras intentaba evitar una rabieta y una gran lista de insultos preparados para salir de su boquita.

—Pienso matar a ese...—. Una voz sacó a Minji de sus pensamientos homicidas y se giró sobre sus talones para mirar a la castaña un tanto confusa.

—¿Te encuentras bien? Estás algo roja... ¿No será que tienes fiebre? —.La chica hizo el amago de tocar la frente de la rubia pero esta se apartó.

—Estoy totalmente bien, ya voy para allá. —.Señalo el mostrador mientras suspiraba pesadamente.

La castaña se preguntaba a sí misma el por que de aquél comportamiento tan repentino de la rubia tras aquella visita de su amigo al local. ¿Acaso había pasado algo? Decidió no darle muchas vueltas ya que eso ni siquiera la incumbía.

Una vez finalizada la jornada laboral, Minji suspiró pesadamente antes de despedirse de sus compañeras. Obviamente no pasó desapercibido el hecho de que Jaehyun estuviese en la puerta apoyado mirando de reojo a aquella humana que miraba algo confusa al chico quién estaba algo ansioso esperando.

—Minji...¿Es tu novio? —. Preguntó en un susurro la castaña, cosa que a Minji le dió risa.

—Oh no, claro que no...es un conocido. —. Sonrió sabiendo que Jaehyun iba a escuchar aquello. El jóven príncipe no tardó en entrar dentro del local y mirar fijamente a Minji quién no borraba por nada en el mundo aquella sonrisa.

—Hola Kim.—. Saludó amablemente Jaehyun antes de mirar a los ojos a la humana quién se quedó embobada mirándole, cómo aquella primera vez que se vieron. Inevitablemente Jaehyun le sonrió dulcemente y la chica hizo una reverencia.

—Buenas noches...voy a...recoger lo que me queda, permiso. —. Dijo antes de salir de ahí dejando a ambos amantes solos. Jaehyun desvío la mirada hacía su futura esposa y arqueó una ceja al verla tan seria.

—¿Por que demonios me miras así? —.Se cruzó de brazos y Minji chasqueó la lengua mientras comenzaba a caminar hacía la salida.

—Pues me debes muchas explicaciones Jeong...¿Que es eso de que quieres casarte conmigo? ¿Acaso me preguntaste siquiera? —. Ambos se detuvieron en medio de la calle mientras Minji lo miraba atentamente. La verdad es que su expresión hacía verse mucho más guapo que de costumbre, alomejor era la luz de la luna que hacía que sus expresiones fueran extremadamente sensuales para la pobre rubia.

—Tienes razón, lo siento...es sólo que no tuve tiempo para pensar siquiera...y tú eras la mejor opción...—. La rubia rodo los ojos fastidiada y le dió la espalda al príncipe.

—No cuentes conmigo, tienes a mi querida hermana Handong, es perfecta para el papel. —. Jaehyun agarró del brazo a Minji y ambos se miraron a los ojos fijamente. No cabe decir que la rubia se sorprendió con aquel comportamiento del jóven príncipe quién parecía bastante decido con lo que estaba diciendo.

—Porfavor Minji...se que debí consultarte antes pero piénsalo, ambos nos beneficiamos de algo...—. Minji parpadeó varias veces y reflexionó aquello con detalle. ¿Acababa de escuchar bien? Una sonrisa apareció en su rostro a medida que se acercaba a Jaehyun. Tocó suavemente su pecho y lo miró a los ojos perversamente.

—¿Que clase de beneficios...Jeong? —. Jaehyun suspiró y agarró ambas manos que previamente estaban posadas sobre su pecho y la acercó bruscamente a él, así para estar a milímetros uno del otro.

—Los que tú quieras, siempre y cuando cumplas lo que yo te diga y no hagas tonterías sin consultarme...¿Entendido? —. Minji tragó saliva al ver cómo Jaehyun miraba fijamente los labios de la rubia pensando en aquel beso tan esperado por parte de ella. Jaehyun sonrió mientras se alejaba de ella para prácticamente burlarse de ella. —¿Acaso...esperabas que te besara? —. Minji hizo una mueca y le dió un golpe en el hombro a Jaehyun bastante frustrada e indignada. Era obvio que había sido una pequeña trampa aquella cercanía pero por alguna razón había esperado que surgiera...

—Eres un cretino, no voy a cambiar mi opinión, pero...—.Nuevamente se detuvo y se giró para señalarle con el dedo índice cosa que a Jaehyun le sorprendió. —Si quieres que sea tu esposa te va a hacer falta tratarme cómo una, ¿No crees? —. Sonrió victoriosa mientras retomaba su camino. Jaehyun sonrió mientras se mordía el labio inferior bastante divertido con la situación.

—Seré un cretino pero me encargaré de que cambies tu opinión, de todas formas...ya veremos que pasa...¿No? —.Susurró en su oído haciendo que Minji temblara cómo un flan por aquello que había dicho. Ni siquiera le dió tiempo a girarse ya que Jaehyun se encontraba andando delante de ella con una sonrisa imborrable.

Y todo esto es solamente el comienzo...

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