◐ Capítulo 33. ◑

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Minji tomó una bocanada de aire y lo soltó de golpe mientras Azeman la miraba atentamente de reojo.

—Sinceramente Minji...¿Sabes lo que es tener enemigos? ¿Miedo? ¿Ambiciones?  La rubia asintió mientras Azeman hizo lo mismo para dibujar en el aire algo con su dedo índice, que al segundo hizo que el paisaje en vez de estar con niebla se convirtió en una especie de calabozo horrendo y bastante antiguo.  
—Aquí viví prácticamente casi toda mi vida...rejas y mas rejas. Mi única ambición era salir y poder ver el mundo, jugar con los demás niños e incluso poder ser alguien importante, pero todo aquello fue borrado por el mismísimo rey vampiro...y te preguntaras el por qué, ¿No? Bueno pues simplemente por ser diferente, ser un híbrido según el rey es una aberración de la naturaleza, peor que las bestias salvajes. Río con amargura mientras abría la puerta del calabozo y se dirigía por el largo pasillo. —Todo el mundo sabe sobre "mi vida" según han ido corriendo los rumores, ¿he asesinado a gente inocente? Probablemente, pero al igual que yo que había sido una criatura con miedo y sin ningún tipo de defensa...toda esa gente merecía morir, aunque bueno últimamente no tengo esa sed de sangre, quizá con los siglos me he ido cansando de causar catástrofes y uno ya no es lo que era, ¿Verdad? Nuevamente la rubia asintió y se sobresaltó al oír al híbrido chasquear los dedos. Ésta vez el paisaje era totalmente diferente a los dos anteriores, se trataba de una especie de jardín lleno de todo tipo de flores.

—Entonces, ¿No tienes pensado matar a nadie? ¿Que hay del humano de aquella vez...y por que demonios volviste? Azeman sonrió y se detuvo para contemplar las flores coloridas mientras había una brisa agradable.

—Muchas preguntas a la vez, my lady...pero ya que eres la única persona que no me quiere matar...te las responderé. Extendió su mano y Minji se la tomó segura de si misma mientras cruzaban aquél jardín precioso. Cada vez el paisaje se estaba oscureciendo y las flores se marchitaban a medida que avanzaban por el camino.

Azeman se detuvo delante de un columpio lleno de sangre en donde ahí la rubia intuyó que había sido otro de sus traumas del pasado.

—No me interesa matar a más gente Minji, a medida que uno avanza por la vida ve a miles de personas morir ya sea por envejecimiento o por una muerte por sobredosis o asesinato. Quizá en cierta parte me cansé de ser el monstruo que todos querían que fuera, sólo...quiero estar tranquilo, aunque parece ser que algunos fanáticos decidieron hacerse pasar por mi. Dijo lo último riendo apenado. Minji tocó el columpio y pudo ver a una chica adolescente sentada en el columpio, quién la miró y sonrió para desaparecer.

¿De que demonios le había sonado aquella chica?

Azeman observó a Minji quién alejó su mano del columpio y miró confusa alrededor.

—¿Que ha sido eso?  Preguntó mientras el híbrido se acercaba a ella.

—¿No lo sabes aún? Minji frunció el ceño mientras Azeman soltaba un suspiro pesado. —Veo que el rey no es el único que guarda secretos, my lady...la chica que estaba en ese columpio, era la humana de lord Jaehyun...¿Como era que se llamaba? ¿Yeoreum? Si, eso és. Minji entre-abrió la boca pero la cerró un tanto aturdida y confusa.

—No entiendo que tiene que ver esa humana contigo...aquello es el pasado de Jaehyun y... Azeman siguió mirando a Minji atentamente mientras la pobre vampiresa intentaba hacer algún tipo de conexión.

—Yo me encargaba de asegurarme que Jaehyun pudiera estar y salir a escondidas con aquella humana,lo sé es muy raro, un asesino y un monstruo ayudando al hijo del rey .Se río mientras Minji estaba en silencio escuchandole. —Él siempre fue diferente a su hermano, incluso se parecía a mi, quizás por eso me empeñe en ayudarle...pero una vez el rey descubrió aquello...mandó a Ji-woong a matar a Yeoreum, ella ni siquiera tenía la culpa de nada...aún aquello me atormenta y fue por eso que dejé en parte de matar a gente. Jaehyun y yo no es que fuéramos amigos del alma eramos mas bien cómo hermanos...así que tras aquel incidente, simplemente desaparecí del mapa sin dejar rastro. Jaehyun tampoco dijo nada acerca de mí ni me mencionó siquiera en esa historia y por eso le debo mi vida. Miró tristemente como el paisaje se desmoronaba y volvía al paisaje previo de la niebla.

Minji en cierta parte se sintió un tanto conmovida al haber escuchado aquella historia. Su corazón latía con fuerza mientras sentía una leve presión en el pecho mientras pensaba si debería dar marcha atrás y volver a la normalidad. Quizá su destino era aquella humana, Jimin, mientras que Minji simplemente no iba a ser correspondida y seguramente ninguno de los dos sería feliz.

Azeman tocó el hombro de la rubia y ésta levantó la mirada. Tenía sus ojos totalmente perdidos y sin ningún tipo de brillo ni emoción.

—Creo que no debí contarte ciertas cosas...lo siento. La rubia negó y sonrió amablemente.

—Está bien saberlo igualmente, gracias. Azeman tocó levemente la frente de la rubia y aparecieron nuevamente en el bosque.

—Deberías buscar a tu amigo el cachorro, yo mientras tanto me ocultaré en mi escondite. Guiño un ojo divertido y Minji simplemente asintió sin mostrar ningún tipo de emoción.

—Cuidate, Azeman. El híbrido asintió y se teletransporto no sin antes susurrar un "Cuida de Lord Jaehyun, porfavor" que la rubia no llegó a escuchar ya que se fue disparada en dirección a la ciudad.

Varías lágrimas salieron de sus ojos sin previo aviso mientras se tocaba el pecho. Era la primera vez que se sentía así de vulnerable y incapaz de nada. Su mayor error fue enamorarse de alguien que nunca la correspondería. Se detuvo enfrente de una tienda de conveniencia en donde se secó las lágrimas rápidamente para entrar, pero chocó con alguien que reconoció al segundo.

—Ey...Minji, ¿estás bien? Dijo Seonghwa sosteniendo los hombros de la rubia un tanto desorientada.

Ésta asintió y se separó de él mirando a un lado ya que no quería hacer contacto visual y ver que realmente había llorado.

—Estoy perfectamente, ahora si me diaculpas... Seonghwa agarró de la muñeca a Minji quién chasqueó la lengua molesta y le miró de arriba a abajo. —Sueltame. El chico simplemente obedeció y la dejó marchar a pesar de haber querido decirle algunas cosas y en cierta parte abrazarla. Sabía que aquello era raro pero sentía la necesidad de hacerlo, pero se contuvo para no incomodar más a la rubia de lo que ya estaba.

En la mansión mientras tanto, Yuta le contó a Leo lo sucedido y ambos se alertaron debido al pequeño descuido de lo del cadáver.

—Sólo pudo salir por la misma puerta por la que se entra al sótano. Dijo Yuta buscando con la mirada alrededoe mientras Leo soltó un suspiro pesado.

—O tal vez...no. Señaló con la mirada una pequeña ventana entreabierta que daba al exterior, es decir al jardín de la mansión. Yuta simplemente maldijo en bajo mientras paseaba de un lado para otro.

—¿Que hacemos? Dijo mordiendose el labio inferior nervioso. Leo se giró y le miró fijamente.

—Separarnos. Tu buscas por aquí en la mansión y yo saldré fuera. Lo que no queremos es que el rey se de cuenta de que algo anda mal. Dijo para dirigirse escaleras arriba para salir del sótano. —Disimula y busca cualquier cosa y si llegas a encontrar algo...me avisas. Sonrió un poco antes de desaparecer por la puerta.

—Mierda... Soltó Yuta para pasarse una mano por el pelo frustrado.

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